"Echo de menos las reuniones del Ejército de Dumbledore. Era como tener amigos".
(Luna Lovegood. Harry Potter y el misterio del príncipe)
Luna, uno de mis personajes favoritos, me ha venido a la mente al ir a escribir esto. Hoy por fin terminé los exámenes. Estaba deseándolo... Estaba cansadísimo de tanto estudiar, de pegarme esas panzadas en la biblio, de comer mal, del metro (bueno, de eso no me voy a librar por ahora...). Y hoy terminé por fin los exámenes. ¿Y sabes qué sentí cuando me marché de la universidad después de comentar un poco el examen con mis compañeros...? Vacío. Sentí tristeza, esa sensación de nube gris que se te instala dentro y te pesa.
A ver cómo lo explico: durante estos días, he pasado casi todo el tiempo acompañado. De mi amigo Lennon, que a veces se unía al estudio, o de compañeros de clase, con los que no suelo quedar fuera de clase. Todos teníamos una preocupación común, un tema de conversación común, un no sé qué que nos unía. Pasábamos allí las horas, aunque solo nos uniese una circunstancia externa. Pero se ha disuelto la circunstancia y ahora ya cada uno se va a su órbita.
Bueno, ahora se extienden por delante días en los que no hay ningún plan común. Bueno, sí, estoy dramatizando, sí que hay algún que otro plan común, pero igual siento tristeza porque se haya acabado esta época. Y además... quizás será ya de las últimas de mi vida. Sniff :,(
Quizás me pongo así de tonto porque simplemente tengo un día de esos raros, en los que estás triste y te pones a recordar cosas melancólicas... Y eso sumado a que casualmente ninguno de mis dos mejores (y en esta ciudad, prácticamente únicos) amigos ha respondido a mis mensajes para ir mañana a hacer algo. Seguro que es una casualidad tonta, pero qué se yo...
Continuación de la historia de Roberto:
El otro día hablamos un ratito por teléfono. Muy breve. Qué nervios pasé... Tal como imaginaba la química telefónica no es que fuese abrumadora precisamente... Tiene una voz atractiva, eso sí. Todo apunta a que no debería ir a verle porque no vamos a funcionar como pareja; pero sin embargo, para qué negarlo, me llama el poder sentir una vez más esa sensación ser abrazado por una persona a la que le encanta sentirse protector... Lo siento si suena cursi o perturbado o lo que sea, pero es así, verdaderamente echo en falta que alguien como él me rodee con sus brazos y su cuerpo mucho más grande que el mío y me haga sentir cuidado, a salvo, protegido, arropado, no sé. Freud, si me recibes, aquí tienes material para estudiar...
6 comentarios:
Que casualidad,tenía pensado escribir una entrada en mi blog con el mismo título que el tuyo aunque era diferente.
Entiendo eso que dices de echar la vista atrás y sentir tristeza.
Hace tiempo que me he instalado en la melancolía y ahí sigo.
Espero que te vaya bién con tu amigo aunque ahora mismo no conozco toda la historia,ya me pondré al día jeje.
yo no me entero...pero no estabas trabajando de enfermero? a lo mejor es que trabajabas mientras estudiabas las ultimas asignaturas, o algo asi, que estoy muy despistado ultimamente ;)
me resulta familiar esa sensacion de vacio que dices, sobre todo la senti muy profudamente cuando termine el colegio. y lo de roberto no suena cursi o perturbado :D , lo raro seria si no lo echaras en falta
Israel: espero que de todas formas escribas esa entrada con el mismo título, me gustaría leerlo. Me gusta mucho tu blog. Lo siento por saber que estás así... Espero que esto sea una racha y que antes o después se cumpla el título de tu blog. Si dura demasiado, sabes que siempre puedes visitar a un psicólogo o a un psiquiatra... A veces es una cuestión orgánica cuando la tristeza dura mucho tiempo. Sé que es un consejo muy simplón... Un abrazo, Israel. Ah, por cierto, la historia de Roberto la cuento en el post de enero titulado "¿Tiene todo esto algúnn sentido?", si quieres leerlo.
Viento: Es que estudio enfermería, y tenemos clases y prácticas cada mañana en un hospital o Centro de salud. A veces digo "en el trabajo" y cosas así porque casi que parece un trabajo de verdad, pero claro, sin cobrar y aprendiendo; o intentándolo por lo menos...
La verdad es que lo comenté con un amigo y él también sabía a qué me refería, así que quizá secretamente es un sentimento que tenemos bastante gente, aunque yo más que al acabar una etapa educativa, lo siento tras el período de exámenes concretamente. Gracias por decirme que no sueno cursi o perturbado =) Ya acabaste tus exámenes? Abrazo
Estoy haciendo un curso en Alicante y ayer recordé esto que escribiste.
Cuando empecé lo pasé realmente mal por el miedo social que tengo en estos casos pero me he adaptado bastante bien dentro de mi timidez y mis miedos y sé que cuando termine lo echaré mucho de menos,el contacto con los compañeros,esa pequeña amistad que se establece..en fin.
Un saludo.
Quizás con suerte alguna de esas pequeñas amistades se haga un poco más sólidas y podáis seguir en contacto al acabar... Ya sé que es raro que pase, pero bueno, quién sabe. Me alegro de que al menos ya estés más agusto con ellos, Israel =) Por cierto, siempre evito dar datos muy concretos sobre mí, pero la verdad es que escribo este blog desde bastante cerca de Alicante...
Sí,yo también escribo desde cerca de Alicante pero no soy de allí pero el curso sí es en Alicante y bueno amistad ninguna pero conocidos sí,que tampoco está mal.
Poco a poco.
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