miércoles, 25 de noviembre de 2009

De bajón

Hoy tuve por la mañana un día bastante malo. Había mucho trabajo, muchas cosas a la vez, y salí muy tarde. Además (y sobre todo) hubo varios momentos en que mi gran falta de asertividad se manifestó y dejé, de formas sutiles, que varias personas me trataran con algo de falta de respeto (todo muy sutilmente, de ahí el problema).

Y claro, al llegar a casa, la comida por hacer, el piso solitario desde que Ikki se tuvo que ir. Las bolsas de la compra que llevar sin ayuda de nadie, las pequeñas tareas que se van amontonando.

Cuando llamé a Ikki para abrir el grifo y soltarle toda la retahíla, sentía un gran cansancio y desánimo y al terminar de contarle las cosas malas de por la mañana, como final le dije que todo ello se aumentaba porque luego llegaba a casa y todas estas cosas las debía afrontar a solas.

Y entonces Ikki se me enfadó, y me dijo que era culpa mía por no haber tratado de hacer amigos aquí. Y si durante este día me había sentido mal, esto fue lo que faltó para hundirme ya del todo, me dolió muchísimo.

Sé que Ikki sólo tenía buenas intenciones y trataba de hacerme cambiar el chip, pero la verdad es que normalmente las broncas me hunden más. Y además sentí que habiendo hablado en voz alta del problema con él lo he aumentado. Ahora además me siento como "avergonzado" de que Ikki me vea como un insociable.

Me cuesta mucho hacer amigos. En mi ciudad natal he logrado hacer una serie de amigos con los que tengo una amistad muy sólida y con los que me siento muy bien, feliz de verdad y a gusto a su lado. No sé si fue suerte, un milagro, casualidad. Pero hoy en día y hasta un incierto futuro viviré en esta otra ciudad, y por el momento sólo podré verles durante cortos períodos de vez en cuando, así que son amigos casi inalcanzables.

Cómo explicarlo... Me cuesta mucho abrirme de verdad con la gente a menos que no sienta una gran confianza y afinidad con alguien. Trato de ser amable y simpático, pero al mismo tiempo esa amabilidad es como una máscara que me impide profundizar de verdad con alguien. ¿Quizás en el trabajo no hay nadie con quien de verdad pueda tener una auténtica amistad y es pretender demasiado? ¿O es culpa mía y hago algo que distancia a la gente? No soy el tipo de persona de tener amistades "de salir", o sea, ese tipo de amigos con los que vas de copas y estás de coña todo el tiempo. En general si miro a mis amigos, veo que lo que más hacemos es hablar de cosas personales y en grupos pequeños.

No es la primera vez que me vienen a la mente estos pensamientos, en varias ocasiones de mi vida me he comido la cabeza pensando en todo esto. Y lo malo es que todo desemboca en que de repente me siento fatal conmigo mismo, y me veo de repente como una sub-persona de segunda clase, como una mierda de persona. Igual mañana o pasado releeré esto y diré, que exagerado, pero es que hoy estoy muy triste...