lunes, 11 de octubre de 2010

Verde

Mi amigo Eric, de pronto, me enseñó un video-montaje de fotos que había realizado un antiguo compañero de clase. Salía mucha gente de la carrera (éramos muchísimos), en fiestas, en bares... Hacia la mitad del vídeo empecé a pensar que yo no iba a salir, porque según las fotos iban pasando, alguna gente se iba repitiendo y yo no salía. Mi amigo, un poco insensiblemente por su parte, dijo de pronto: "No has participado mucho en la carrera". No supe muy bien qué decir.
Mentiría si dijera que no me dolió, pero por otro lado pensé que realistamente nunca me sentí muy unido a aquel grupo de gente. A un grupo de entre ellos les guardo cariño, y a un sub-grupo a su vez de estos les tengo más cariño y seguimos en contacto aunque ya no estemos en la misma ciudad. Pero digamos que al grupo "principal" grande de la clase nunca me sentí próximo.

No sé si Eric me enseñaba este video para decirme algo indirectamente, o si era solo una curiosidad (es de esta gente que pasa mucho rato en facebook, messenger y etc) y el comentario le surgió espontámeamente. El caso es que... sorpresivamente aparecí por fin en una de las fotos, una foto grupal donde no es que pintara mucho de todas formas. Y para más sorpresa aún aparecía en los "créditos" del video. Y me sentí un poco mejor, ya ves, pero pese a todo esto me dio pie a pensar muchas cosas...

Una amiga bloguera, Maribel, que hace mucho que no escribe, más de una vez me dijo que me haría daño a mí mismo mientras siguiera comparándome con los demás, cosa que hago mucho realmente y que no me sirve de nada. Me comparo, me comparo intensamente y eso me hace dudar y pisotear mi autoestima. Una parte de mí quisiera haber sido popular y salir más en esas fotos. Y otra parte me dice que yo con esa gente no tenía nada que ver y que hacerte amigo de gente que no es nada afín a ti además de no aportarte mucho... en ocasiones te hace daño. Porque es un constante enfrentamiento a tus verdaderos sentimientos y a tu verdadera personalidad. Y además recuerdo a otra gente de la clase que tampoco aparecen en esas fotos y sin embargo parecían gente feliz. Lo más importante de sus vidas ocurría fuera de aquellas clases y aquellas fiestas, y la gente más importante de sus vidas no eran los de la clase. Igual que yo, vamos.

Pero me queda siempre esa vocecita que te dice que estás mal, que eres defectuoso por no ser más parecido a la mayoría. Es difícil acallar esta voz cuando las situaciones que te hacen pensar esto son inevitables en el día a día. Quizás me ha tocado ser de un subgrupo de personas que que casi siempre van a estar en los márgenes, conm gustos, opiniones y maneras de pensar que casi nadie comparte. El hecho mismo de usar internet para escribir en un blog ya es una rareza, porque a mi alrededor veo que la gente lo usa casi exclusivamente para colgar o mirar fotos en facebook, ver videos y pelis y entrar al messenger. No sé de nadie que lea páginas, que lea la wikipedia, que escriba, que vea pelis que no sean sólo taquillazos. Me siento un perro verde y me agobia =/