sábado, 29 de septiembre de 2007

Somewhere over Hawaii


Conoces a algún cantante australiano? Yo a uno: se llama Israel Kamakawiwo'ole, y canta una versión preciosa de Somewhere over the rainbow, en la que hace un medley con la canción What a wonderful world, de, uhmm, Louis Armstrong? Todo eso acompañado de un instrumento tipo guitarra que quizás sea un ukelele... Lo siento por la falta de precisión, es que no me apetece buscar documentación ;)

Hay una serie de cantantes con la capacidad de transmitir varias cosas con su voz, aparte de simplemente belleza. Así como, en mi opinión, Céline Dion o Luis Miguel, por ejemplo, poseen una técnica y una voz de gran calidad, pero sin embargo fallan totalmente a la hora de transmitir cosas con su voz. Se limitan a susurrar o aullar según el tipo de canción, y a afinar las notas al máximo.

Y hay cantantes como Israel. Es difícil explicarlo si no has escuchado la canción, pero cuando lo haces, tienes la sensación de entender cosas sobre él y su filosofía de vida. El estar en paz... el amar las personas y las cosas que te rodean tal cual son... El soñar con que todo vaya a mejor...

Menuda entrada cursi la de hoy, verdad? Pero, por una vez, algo bonito :)

Si alguien sabe como poner enlaces con Youtube para que se vea bien el video, le agradecería la ayuda. Pero mientras, dejo aquí la dirección de uno de los muchos videos de la canción que hay en la lista. A disfrutar!

http://www.youtube.com/watch?v=l4XhMANcCbM

martes, 18 de septiembre de 2007

El peligro de la arqueología sentimental


Estoy en una de esas épocas raras y tristes en las que parece que ese agujero dormido que habita en el pecho despierta y se abre, y comienza a absorber todo y tirar hacia adentro. O sea, una forma poética de decir que llevo unos días depre :(


Todo empezó cuando un día, estúpido de mí, me puse a mirar perfiles en una famosa página gay de internet. Por un momento, el angelito racional me dijo "no hagas tonterías", pero ganó el angelito sadomasoquista y emocional, y me puse a buscar siguiendo las coordenadas de Damián. Su ciudad de origen, su edad, sus características.


Y le encontré :(


No me costó mucho. Se había puesto un nick similar al del día en que le conocí, y aunque no había puesto fotos, era obvio que el autor de ese perfil era él. La forma de escribir, la forma de usar la puntuación, el contenido, en fin, él, sin duda. Inmediatamente se abrió ese agujero del pecho, y busqué como un tonto algún dato del perfil que me indicara que no era él. No. Todo concordaba. Incluso me enteré de que oficialmente ya pronto me salgo del rango de edad que él busca en una pareja.


Por qué hacemos estas tonterías? Por qué tratamos de ponernos en contacto con el que nos ha dejado? Por qué buscamos su nombre en internet? Por qué no acepto que se acabó, y miro al horizonte y pienso que lo que no funciona no tiene sentido tenerlo? Por qué no vuelvo a sentir el optimismo de pensar que cuando llegue el adecuado, todo fluirá y saldrá bien por sí mismo?


En fin, fue un comienzo de semana malo. Por otro lado, pronto recomienzan los estudios, pronto vuelve el momento de irme de mi ciudad y enfrentarme solo (sin familia ni amigos de siempre, es decir) a la vida en general, como todo adulto debe hacer. Normalmente no me asusta la idea, pero en los momentos de bajón, como este, me siento indefenso y débil, y todo se mezcla de una forma extraña con la ausencia de ese alguien que lo haga todo un poquito más fácil. Vamos, que esa sensación de vacío y tristeza que mucha gente experimenta al llegar la Navidad, yo además la siento en septiembre.


A ver si otro día hago una entrada más alegre...

jueves, 6 de septiembre de 2007

Qué haces con tu tiempo libre


Hay gente que tiene un don innato. Poder cantar ópera, por ejemplo. Recuerdo un programa de MTV llamado Made en que una persona pedía un deseo y la cadena hacía lo posible por hacerlo realidad (qué idea tan bonita, no? Hace mucho que ya no veo la MTV... casi toda la música que ponían me resultaba insoportable, y los programas no musicales, casi todos me parecían horribles... pero mira, este me gustaba). Un chico pedía cantar ópera en un teatro, y se concedían... Sólo ví el trailer del programa, pero era bonito verle ahí soltando el do de pecho (no sé si era el do de pecho, francamente, pero suena bien) en aquel escenario, mientras una voz en off decía made. Hecho.


En fin, me voy del tema. Decía, que hay gente que tiene un don. Como tener una voz extraordinaria, o una habilidad asombrosa para el dibujo (esto casi me fascina más que lo de la voz), o una habilidad para escribir maravillosamente bien y atrapar en sus novelas, poesías, películas, etc, un trocito de la esencia de la vida. Esto suena cursi a más no poder, pero yo lo veo así. Creo que cada obra de arte dice algo sobre la naturaleza humana. Incluso las obras de arte "malas". Incluso las telenovelas, incluso las canciones pachangueras (abajo puse un ejemplo...). Igual alguien se podría reír al leer que llamo arte a las telenoveas, pero en definitiva yo considero arte a cualquier cosa qur se haga, al menos en parte, con un objetivo estético o emotivo, en contraposición a algo hecho solamente por motivos biológicos. (Menudo rollo. Con esto quiero decir que hacer una tortilla no es arte, porque cumple la necesidad biológica de alimentarse, pero hacer una tortilla en forma de smiley, aunque después te la comas, sí que lo es). En este sentido, pienso que son arte tanto el Réquiem de Mozart como la canción del verano.


Eso sí, con niveles de calidad distintos ;)


Me gustan muchísimas cosas. Me gusta dibujar, escribir, escuchar música, estudiar idiomas, y me gustaría saber tocar uno o varios instrumentos, componer, hacer de DJ, cantar bien, dibujar bien, hacer fotografía, rodar películas, saber más idiomas, saber Tae Kwon Do, jugar al voleybol..


Y soy un dejado. No me centro en nada, y soy un auténtico vago cuando se trata de hacer algo a lo que no estoy obligado. Y ahí están esos cursos de idiomas que tengo en la estantería y que me limito a hojear en lugar de tomármelos en serio, ahí están esos manuales de cómo dibujar manga tan bonitos en otra estantería, y aquí está internet, la estantería infinita, donde un podría aprender TODO lo que quisiera porque esta todo ahí. Todo!!! Y aquí me tienes. La única cosa creativa que hago con internet es este blog. De resto, me dedico a mirar el correo y ver páginas.


La verdad es que cada año me propongo que, en cuanto tenga huecos, emplearé el tiempo en cosas creativas y enriquecedoras. Y termino no haciéndolo. Dentro de nada empieza el curso y se acaba (sniff) el verano, así que vendrán nuevas preocupaciones, estaré más pendiente de llevar el curso bien, de no morir de cansancio y estrés (qué quejica que sueno, pero bueno, pues es que soy así; imagínate a un vago que en verano duerme nueve horas y siesta, como yo, todo el día entre clases y prácticas... mortal), de tener una vida social que no me genere ni ansiedad ni depre, de encontrar quizás algún trabajillo que me permita sentirme menos parásito de mis padres, y quizás con suerte también habrá ocasión de darle una nueva oportunidad a... bueno, el amor, los novios, todas esas cosas. Habrá tiempo en medio de todo esto de aprender a tocar el banjo? Me da que no, je. Pero estamos en ello.

lunes, 3 de septiembre de 2007

Qué es el amor


Menuda preguntita, eh? De eso trataba un artículo de una revista que estuve leyendo hoy. Básicamente, se trata de un egoísmo altruista. Se trata de desear la felicidad de esa persona, se trata de desear que seas tú el que se la proporcione, y se trata de desear que él o ella haga lo mismo por ti. Si esto no es un salto mortal emocional, que baje dios y lo vea. El amor puro, auténtico, después de leer esto, creo que algo muy, muy poco frecuente. Lo que las personas suelen vivir es una especie de borrachera de sentimientos que surgen de otras cosas: de la necesidad de afecto, de la atracción pura a secas, de la inseguridad, del egoísmo (que es como la inseguridad pero en el punto en que empieza a ser dañino... en el caso de los maltratadores, por ejemplo...).

Después de leerlo, pensé dos cosas: que en realidad quizá nunca he estado enamorado, y que lo mío no es normal. Esto último ya lo pensaba de antes.
"Lo mío": seguir recordando diariamente a Damián, esa persona con la que compartí la friolera de dos meses, la mayor parte del tiempo a través del teléfono, el messenger y los sms. Nada. Un parpadeo. Y sin embargo, aún le recuerdo cada día, y aún llegan momentos en los que la idea de haberle perdido para siempre me da ganas de llorar, y de desaparecer, y de volver a vivir esos momentos de felicidad parejil, y de haber hecho varias cosas de otra manera, y, tal vez, de no haberme conectado al chat aquel día y no haberle conocido nunca. Es evidente que seguir en contacto con él, no habiéndolo superado, sería una mala idea, sería doloroso y tal vez no cerraría la herida nunca...
Pero es que una de las cosas que más, verdaderamente más me duelen es el pensar que esta persona, con la que compartí tantas cosas aunque fuese en un tiempo muy breve, a la que le conté tantas preocupaciones mías, a la que (lo siento por la cursilería) le abrí mi corazón, y le dejé entrar tanto emocionalmente como físicamente... ha desaparecido totalmente de mi vida. Completamente. Para siempre.
La idea me mata.
Esto no se puede hacer así, sin más. Darte emocionalmente a alguien y ver como esa persona desaparece. Es como si dentro de mí hubiese dejado un boquete, un agujero donde antes había una serie de sentimientos, de cosas casi físicas. A veces me temo que esta vez es la definitiva y que ya nunca más voy a sentir esas sensaciones nunca más, porque la parte de mí que se encargaba de eso, como los pulmones se encargan de respirar, ha dejado de existir. Y porque, sé que es un tópico, me parece que personas como Damián hay tres mal contadas y que la gigantesca casualidad de que yo conozca a otro como él simplemente es tan, tan, tan remota que no se va a repetir. Y como decía el otro día, cuando salgo de noche, cuando conozco a más gays, no hago sino reforzar esa idea.

Volviendo al principio, decía que, sin embargo, esto no es amor... Es obsesión (sí, sí, como la canción... ya ves, hasta de la música pachanguera hay cosas que aprender. Esto no es coña!! No lo digo en plan irónico!). No es amor, porque si fuera amor, Damián y yo hubiésemos funcionado como pareja, él habría llegado más allá del subidón inicial, y yo no habría sentido aquella perpetua inseguridad que me asaltaba a cada momento: es este mensaje más frío? Por qué no me dice las ganas que tiene de verme otra vez? Me irá a dejar de un momento a otro? Creo que en el caso del amor real, todas estas dudas no se dan.

Y esto a la vez es un consuelo y un motivo más de tristeza. Tristeza, porque esta experiencia que para mí ha sido tan impactante y demoledora, es sin embargo un error, un globo lleno de aire, una cosa que parece mucho y no es nada. Por más dolor que sienta, esto ni siquiera es amor :( Y esto hace que mi historial sentimental sea aún más ridículo y pobre que antes...

El consuelo: que, por el lado positivo, esto debería animarme a pensar que si esto no fue amor y solo fue un error, la cosa ya solo puede ir a mejor. Yo me curaré antes o después, aprenderé de los errores, y quizá la próxima vez estaré más preparado para distinguir la obsesión, la atracción y la necesidad de afecto del verdadero amor.

domingo, 2 de septiembre de 2007

Anoche / Medio misterio solucionado


Anoche, volviendo de estar con dos amigas, me envió un mensaje un amigo por si quería salir esa noche. De entrada pensé que no: acababa de llegar a a casa de estar caminando por ahí, y no me apetecía salir otra vez... Además, no me suelo divertir mucho trasnochando.
Pero pensé que era una pena desaprovechar la oportunidad. Ese mismo día, unas horas antes, había estado en casa solo pensando que nadie se acordaba de mí y no tenía ningún plan, y me estaban entrando estos pensamientos negros típicos de esos momentos. Así que pensé que ahora que surgían cosas, no podía dejarlo pasar; además ese día me sentía bien, mis problemas de piel me estaban dando un respiro y era la ocasión perfecta para salir que quién sabe si se iba a repetir... En fin, salí.

Cuando voy al ambiente, no puedo evitar deprimirme un poco y acordarme de Damián. Como me decía una amiga, estás en ese sitio y ves a toda esa gente, "tan distinta del que me dejó", completó ella la frase, y lo clavó :( . Tan distinta, sí. Por dónde empezar. En el ambiente sólo veo gente de miradas turbias, poco claras, manteniendo una pose, analizando con la mirada a los demás. Todos analizamos con la mirada a los demás, es verdad, pero en estos sitios las miradas son especialmente... no se me ocurre ningún adjetivo que lo abarque todo :S
Me entra la idea de que el ambiente es el lugar del mundo en el que menos probable es que uno encuentre alguien que valga la pena.

Ocurrió que me dio la impresión de que un chico, amigo de mi amigo, pareció interesarse por mí. Hablo así, sin asegurarlo, porque con estas cosas me da mucho reparo poner la mano en el fuego, pero si vamos a ser sinceros creo que sí. Se acercó a hacerme una broma y hablamos algo, entre bromas y... bromas, porque no es que llegásemos a tratar de nada muy profundo. Sé que no es de esperar ponerse a hablar de la vida y de temas más o menos profundos en una discoteca, pero bueno, pues yo sí lo espero, para qué negarlo. Y si vamos a hablar de bromas, al menos que sean bromas que demuestren una personalidad algo profunda... En fin, resumiendo, este chico me produjo bastante rechazo. No voy a decir que fuera mal tipo, pero su forma de hablar (con esto de hablar en femenino, por ejemplo, que para mí es una forma inmediata de cortar cualquier atracción), su forma de mirar, las confianzas que se cogía en ciertos detalles... Bueno, qué decir, era cualquier cosa que me pueda gustar de un chico vuelta del revés.
Por lo general, la gente que tiene el valor para acercarse a ligar conmigo (cuando hablo de "valor", me refiero a que hay que ser bastante atrevido para superar la verguenza; a mí por lo menos es algo que me da una vergüenza increíble el acercarme a hablar con un desconocido que me guste) suelen seguir esa línea, y todos suelen llevar la palabra "sexo" en las pupilas, como el dólar del tío Gilito. Traté de ser amable sin mostrar más interés de la cuenta... Por un lado es halagador que alguien se interese por ti, eso es verdad.

Quizás un día me arrepienta de no haberme liado con todo aquel que haya puesto interés en mí, pero para ser sincero, últimamente las ocasiones en las que esto pasa casi me hacen sentirme peor de lo que estaba, y empiezan a dejar de parecer un halago. Intereso, en su mayoría, a gente que quiere sexo, y por ello se fijan en mí por el físico. El físico es muy importante, nunca lo voy a negar... Yo desde luego no soy la bomba físicamente, pero bueno, hay gente por ahí a la que le puedo gustar, hasta ahí bien. Pero se necesita más. Se necesita para saber que alguien se fija en ti también por tu forma de ser. Que cuanto más te conoce, más le gustas. Que quizás, de entrada le pareciste normal y corriente físicamente, ni te miró dos veces, y al irte conociendo más, empezaste a gustarle. Esto sí que es un halago de verdad, de verdad.
Porque cuando ocurre lo contrario, la atracción inicial se esfuma en menos que canta un gallo.

A veces me siento como un chicle. El primer minuto es todo sabor. A los cinco minutos, tiene saborcillo. A los diez minutos es una masa insípidida, y qué haces? Lo tiras a la basura. Después de decirle que quieres que sean amigos, claro.

Fin de la parte melodramática!!! Ayer resolví el misterio de una de las llamadas extrañas: el teléfono correspondía al teléfono de un amigo de la ciudad a la que me voy a estudiar, ya que era Movistar y le salía gratis (publicidad en un blog!! qué mal!). En fin, qué bien saberlo, saber que era él, que se acordaba de mí. No hay nada en el mundo más bonito para mí que saber que alguien se ha acordado de mí. Bueno, sí, hay más cosas, pero vamos, que sienta muy bien.

sábado, 1 de septiembre de 2007

Llamada perdida


Esta mañana me he levantado de un humor un poco raro. No es exactamente que esté triste, pero es como si... la tristeza estuviera a la vuelta de la esquina. Supongo que influye cuando el cielo está como hoy, nublado y gris, y el viento viene un poco frío...

Lo que me preocupa es que el verano empieza a terminarse, y eso quiere decir que pronto me iré de mi casa para volver a la ciudad en la que estudio, que está lejos. Lo bastante lejos como para no poder ir más que en fechas concretas (Navidad, Semana Santa, etc). Lo más gracioso es que llegado el final de curso, siempre me da algo de pena volver a mi casa, porque ya me siento más a gusto allá, y pienso en mi ciudad como un lugar al que me agobia volver... Luego pasa el verano, y tras unos días iniciales de sentirme raro, vuelvo a adaptarme a mi ciudad y ya me agobia volver a la ciudad de los estudios... En fin, vivir así es raro.
Al empezar el curso y volver allá, los primeros días, y hasta quizás semanas, me entra una medio depresión. Hace más frío, no tengo a la familia, a los amigos de allá los conozco de menos tiempo y mi relación con ellos es menos profunda... Suelo ponerme malo a lo largo de esos días. Es increíble lo relacionado que está el estado de ánimo con la salud...

El año pasado, coincidiendo con una de esas fases de medio-depre-enfermedad, conocí al chico con el que tuve mi último intento de relación seria, Damián. Por el chat. Fue una de esas veces raras en las que das con alguien con quien mágicamente todo encaja: hablábamos y hablabámos, él era un chico seguro de sí mismo, buena gente, culto, interesante; el tipo de persona a la que le encanta salir a beber con los amigos y estar de coña. Esto último, probablemente el origen de todo lo malo :( . No por las razones que se pueden imaginar, sino porque marca una clara diferencia entre él y yo. En fin, para completar la casualidad del siglo, físicamente me gustaba muchísimo, y yo a él, sorpresa, también.

Desde las primeras conversaciones me temía que esto no tenía futuro :( . Anteriormente estuve con alguien parecido, y finalmente esta persona perdió la ilusión conmigo.

Me obsesiona esa idea. La idea de que soy una persona aburrida, sosa, que cualquiera al que al principio yo le pueda gustar, muy rápidamente va a perder las ilusiones conmigo. Me preocupa, me entristece y me agobia... Dentro de pocos años hago la treintena y nunca he tenido un novio que quiera estar conmigo durante un tiempo, qué se yo, de medio año al menos. El récord, dos meses, ya ves. Sé que hay gente que ni siquiera ha tenido eso, pero yo no puedo evitar compararme con los que a mi edad han tenido relaciones de años, o al menos de un año.

Vamos a cambiar de tema radicalmente. Ayer y hoy me han llamado dos números desconocidos al móvil. Cuando ocurren estas cosas me fascina, porque pienso, quién ha conseguido mi número sin que yo le conozca y por qué me llama?? En realidad tengo una sospecha de quién puede ser, porque estoy pendiente de darle un papel (es largo de explicar, un rollo burocrático) a una persona que me lo pidió, y le di mi teléfono por mail. Así que es posible que sea él. De todas formas, han sido dos números distintos, los que han llamado... Yo les he hecho llamadas perdidas en las dos ocasiones, pero no han vuelto a llamar. Y las llamadas ocurrieron de madrugada, detalle importante y raro. Qué intriga :S

Cuando estaba con Damián, recibí dos llamadas perdidas provenientes de su ciudad que él afirmaba que no había hecho. En el 11811 se negaron a decirme a quién correspondía el número, qué rabia... ya nunca supe quién me las pudo hacer, pero vamos, todo apunta a que si no fue Damián, fue alguien relacionado con él. Tecleando el teléfono en Google, llegué a descubrir la zona a la que correspondía el número, pero nada más. Había una panadaería con un número casi idéntico, por lo que el que llamó sería vecino... Qué intriga, no?? Ya ves, y nunca sabré quién era y qué quería!!!