viernes, 27 de junio de 2008

Ikki

Ya ves, mi anterior entrada me parecía un problema agobiante. Y no era nada comparado con lo que ahora me preocupa.

Aunque para el estándar normal es muy poco tiempo el que llevamos, mi relación con Ikki es la más duradera que he tenido nunca. Y él, el mejor novio, con gran diferencia, que he tenido. El único al que verdaderamente puedo llamar así sin dudar. Y en los últimos días... me han entrado dudas respecto a él.

Hace unos días tuve algo así como un ataque de ansiedad tremendo que aún no sé concretamente de dónde vino. Ahora que (gracias al cielo, de verdad) se ha pasado, me cuesta describir con precisión cómo me sentía, pero era la peor sensación del mundo. Las costillas me apretaban contra el pecho, me costaba respirar, sentía una angustia fortísima, a ratos náuseas, el corazón me latía rápido, me entraban ganas de llorar, y de hecho lloré en un determinado momento con una desperación que hacía mucho tiempo que no sentía. Y no me sentí mejor después de llorar.

A la vez que sentía todo esto, trataba de analizar qué me estaba provocando esto. Unos días atrás me consideraba en el mejor momento de mi vida (una relación genial, todos mis seres queridos sanos, de vacaciones improvisadas hasta que apareciera un trabajo), y de repende me sentía fatal. Tras pasar un fin de semana entero con Ikki, de repente había comenzado a sentir que iba creciendo dentro de mí una sensación de angustia y de que... no sentía ese no se qué "eléctrico" que sientes cuando estás con alguien de quien estás enamorado. Al mismo tiempo que Ikki me planteaba conocer ya a sus padres, yo empecé a sentir esta angustia, y a plantearme si debería dejarle. Ikki, por su parte... tan entusiasmado y efusivo como siempre. De repente, además, las vacaciones improvisadas me parecían un paro forzado y el no saber si mi futuro está aquí o en mi ciudad natal me angustió.

Le pedí que retrasáramos lo de los padres, y desde ese día, a principios de esta semana, estoy constantemente debatiéndome en mi mente qué siento y qué debo hacer, aunque gracias al cielo ese ahogo horrible que sentía se ha aflojado mucho. Ikki es una persona maravillosa. Alegre, dulce, buena persona, atento, confiado, abierto, cariñoso. Y esta persona maravillosa está enamorada de mí y se entrega totalmente, y no sabe que yo por dentro pienso todo esto...

En algunos momentos me imagino partiéndole el corazón y deseo morir antes que hacer eso, y no exagero nada aunque suene a melodrama. La idea de hacerle este daño a Ikki... Creo que él es mucho más fuerte que yo, pero cuando a mí me han dejado he sentido un dolor tan, tan, tan, tan profundo e intenso que la idea de hacerle esto a él es como si me pidieran que le diera patadas a un recién nacido.

A veces pienso... tal vez ya no estás en la fase de las mariposas en el estómago, sino en la del bienestar sin sobresaltos, y no hay que romper nada sino disfrutar con esto, y que mis dudas fueron consecuencia del ataque de ansiedad y no la causa. Esto último sería crucial saberlo con certeza...

Otras pienso que si temía conocer a sus padres era porque eso señalaría el convertir esto en algo sólido de verdad, y si temo eso, es porque en el fondo no me imagino en mi futuro con él...

Pase lo que pase, tampoco dejo de pensar que si él y yo cortamos, nunca voy a volver a encontrar a alguien tan bueno, que quiera estar conmigo y me trate así de bien, y que además de hacerle sufrir, yo también voy a ser muy infeliz sin él a mi lado...

viernes, 20 de junio de 2008

Miedo a los enchufes... no los eléctricos


Esta mañana me dejó muy agobiado una cosa que pasó. Hace apenas dos semanas que terminé la carrera, y ahora toca enfrentarse a un nuevo mundo, el laboral, lo cual ya de por sí me da pánico. Por ahora he ido dejando varios CVs por diferentes sitios, sin mucha suerte por el momento.

Y esta mañana, me dice Ernesto, un amigo de clase, que tal vez a través de otro amigo, podían enchufarme y conseguir un contrato al menos por un par de meses.

La idea me incomodaba muchísimo. NO es por nobleza, ética ni nada similar, sino simplemente porque mi timidez y mi inseguridad son enormes, y la idea de entrar en un trabajo siendo consciente de que estoy allí porque una persona me está haciendo un favor me supondría una presión horrible. De por sí me pone muy nervioso pensar que puedan juzgar mi trabajo como pobre, mal realizado, que crean que soy un inútil y que no me merezco el título que he recibido, y por eso sé que cuando empiece a trabajar lo pasaré muy mal. Pero si además siento que he obtenido el puesto mediante un favor de alguien, me sentiría aún más presionado por cumplir con las expectativas... Traté de explicárselo a Ernesto, y aunque insistió más, entendió lo que sentía.

Por otro lado, me supo mal también rechazar el favor que me estaba haciendo Ernesto, que estaba siendo totalmente desinteresado. Esto me va a costar más explicarlo... la verdad es que siendo sincero, había pensado que cuando terminase los estudios, la gran mayoría de las relaciones que había establecido allí se disolverían por completo, porque no me parecían muy sólidas, y sentía que la gente con la que de verdad he conectado profundamente eran las personas que he conocido fuera de ese entorno, muy pocas pero importantes. Me había hecho a la idea de que nunca terminé de encajar en mi clase y de que aunque nos tuviésemos aprecio, no teníamos una amistad real y que en el fondo yo no significaba mucho para ellos ni ellos para mí.


Este gesto de Ernesto me ha hecho sentirme muy culpable por pensar así... Pero realmente en su momento no he podido evitar sentirme muy solo, quizá porque al yo no tener a mi familia ni a mis amigos de siempre alrededor, ponía más esperanzas en mis compañeros de clase de lo normal, y buscaba desesperadamente relaciones sólidas, mucho más allá que un café al acabar las clases en el bar de la esquina junto a la Uni. Ellos en cambio tenían todo eso, y creo que esto nos ponía en situaciones muy distintas.

Con el tiempo, un esfuerzo mío por superar la timidez, y la inmensa suerte que tuve de conocer a Lennon, Terry y por último a Ikki por mediación de ambos, creé el pequeño círculo de amigos que son casi mi familia de aquí: mi novio y mis amigos-casi-padres-adoptivos...

En fin... empecé hablando de los enchufes y he acabado hablando de algo distinto, pero de cierta manera todo está muy relacionado.