jueves, 28 de febrero de 2008

Frente al tsunami otra vez


El otro día mi amigo Lennon me presentó a un amigo suyo del que estaba seguro que me iba a encantar. Yo estaba hecho un verdadero flan, como me pasa siempre con estas cosas.

Este chico, al que vamos a llamar Ikki, tal como predecía mi amigo, me gustó. Ese tipo de persona difícil de encontrar: sencillo, sanote, sin dobleces, abierto. Físicamente también atractivo, con cara de buena gente; y culto, sin duda mucho más que yo en varios temas :S Era maravilloso escuchar hablar a alguien tan alejado del mundo artificial y frío del que hablaba en el post anterior... Lo bueno de tener a Lennon de intermediario es que ambos pudimos saber cosas a través de él, jajaja, y lo que supe es que yo también le gusté. ¡¡Yo también le gusté!! Y al día siguiente, él mismo me envió un mensaje para decirme que le había encantado conocerme y que si quería quedar un día de estos =0

Hoy, dentro de un par de horas, tenemos nuestra primera "cita", por así llamarla, sin Lennon delante. La verdad es que estoy nervioso...

Embarcarse en un intento de relación con alguien, para mí por lo menos, supone un gran esfuerzo emocional. Ahora estaremos en esa fase inicial en la que aún no hay mucha confianza y queda todo por descubrir. Es la fase de ponerse muy nervioso antes de quedar, de temer si la cosa puede no seguir bien, de comerse la bola pensando en los pasos que ir dando para ir al ritmo adecuado... Ufff. Ya he pasado por esto, y yo, con lo inseguro que soy y la tendencia que tengo de comerme la cabeza, paso muchos nervios en esta fase.

En fin, no quiero contar mucho más supongo que por puro miedo. Sólo espero que si la cosa va bien, espero tener las energías emocionales necesarias para llevar esto adelante...

domingo, 24 de febrero de 2008

Cosas que me pasan por la cabeza de noche


Anoche estuve en una discoteca de ambiente con Terry, Lennon y otra gente. Siempre que voy, siento las mismas emociones y tengo los mismos pensamientos, que son:

1. No me gusta la música que ponen.
2. No me resulta atractivo nadie.
3. Me aburrro.
4. Me siento fuera de lugar.
5. No siento ningún interés por los gogos musculosos y megaguays, ni por la drag queen con gesto de dignidad y de perdonavidas.
6. He pagado dinero por entrar en este sitio.
7. Aquí nunca podría conocer a alguien como Damián. Echo de menos a Damián.

En mucho tiempo no pienso volver a esta discoteca ni a ninguna otra, al menos si se trata de pagar para entrar. Es que es siempre matemáticamente lo mismo. Las mismas ideas me vienen a la mente, el mismo desánimo. Cuando uno sale del armario y se reconoce a sí mismo, cree que ya ha pasado lo peor y que cuando entres en el ambiente estarás a gusto y te sentirás integrado...

Pero no, en realidad es al revés: el ambiente me resulta frío, superficial, aburrido, vulgar, deprimente. No siento ninguna afinidad con el mundo de las drag queens, con la música tecno pop, con las divas. Ya que este es mi blog anónimo, voy incluso a decir algo que en mi vida normal tendría mucho cuidado de a quién y donde decírselo: las drag queens en general me parecen unas pavas y su estética me parece vulgar. Salgo de allí pensando que cada vez que entro en estos sitios, me estoy alejando de la posibilidad de conocer a la gente que vale la pena y que está en todas partes menos ahí. Es difícil de explicar. E inevitablemente pienso en Damián :(

Además, mi amigo Terry, que se ha enamorado como hace tiempo que no lo hacía, comenzaba a deprimirse porque el chico por el que siente esto no parece corresponderle... El amor debería ser como la gripe, debería contagiarse a la persona que tienes a tu lado. Te imaginas lo felices que seríamos... Ya nunca más rupturas ni calabazas... Mi amigo Lennon encaja mucho mejor en este tipo de sitios y él, con su practicidad a prueba de bomba, no se deja afectar mucho por cualquier rechazo: si X no le hace caso pero Z sí, borrón y cuenta nueva. Ligó, se despidió de todos nosotros y se marchó con el chico en cuestión.

En fin. Anoche, rodeado de música house, luces de colores y gente en penumbra bailando, mirando o hablando a gritos por encima de la música, pensaba por dentro si es normal que en cuanto pongo el pie en estos sitios me sienta totalmente asexual. Me preguntaba si debería ir al psicólogo, o si quizás simplemente lo que de verdad me atrae es ver a alguien en su ropa de diario y forma de conducirse cotidianamente, y por ello cuando estoy en estos sitios, al ser todo tan anti-cotidiano, nadie me resulta atractivo...

lunes, 18 de febrero de 2008

Yo en 1996


Llevo muchos días deseando coger el blog con tiempo para desahogarme contando las situaciones en las que me he ido encontrando estos últimos días.

Anoche soñé que estaba con el chico que en la vida real fue mi mejor amigo hace muchos años. Hoy en día ya no tenemos relación. No ocurrió nada muy concreto (la adolescencia, en general) sino que simplemente la cosa se fue disolviendo hasta desintegrarse la amistad. En el sueño, este chico me miraba con frialdad y me decía, aproximadamente: "Podrías arreglarte un poco más. Mira cómo llevas la camiseta". Yo me la miraba... y descubría con desánimo que estaba cubierta de caspa (un poco exageradamente, la verdad, cómo son los sueños). En la vida real tengo efectivamente un problema de caspa que no se va fácilmente, desde luego no con los champús típicos. Va y viene, según el estrés, el tiempo, etc. En fin, el caso es que me sacudía la caspa con desánimo y me sentí transportado horriblemente a mis 15 años, cuando mi amigo en la vida real me dijo algo parecido a esto, y me dolió mucho... Bueno, eso es obvio, porque han pasado 12 años y no se me ha olvidado. Pero bueno, como decía, me sentí transportado a esa edad. Incluso recuerdo visualizarme en el sueño con una camisa demasiado grande para mí que usaba constantemente entonces.

No es que yo sea una persona hoy en día triunfadora, popular y totalmente integrada. Mi vida sentimental hasta hoy ha sido desastrosa, tengo muchas carencias en lo que a habilidades sociales se refiere, y respecto a los granos, pues ya no tengo, pero han venido a sustituirlos otros problemas de piel que no se van a ir con la edad.

Pero la verdad es que soy una persona mucho más feliz que el Ronan de 15 años. Hoy en día cuento con una serie de amigos que me conocen mucho y me aprecian tal cual soy, y eso para mí, sin ánimo de ser cursi, es algo tan total y brutalmente importantísimo que me siento muy afortunado. Muy afortunado. En más de una época (en dos, concretamente) llegué a estar prácticamente solo, y por eso hoy, cuando hablo con Aisha y nos reímos a carcajadas hablando de chorradas, o hablo con Lennon y me mira y sé que me entiende, o hablo con Terry y sé que en el tiempo que me ha conocido hemos creado un vínculo más profundo que con gente que me conoce desde hace años... De verdad que me siento como si me hubiese llegado del cielo un regalo enorme y de valor incalculable. Ronan, el marginado, teniendo amigos de verdad que no están con él ni por interés ni por pena, sino porque juntos estamos a gusto.

Lo mismo sentí cuando por primera vez alguien se fijó en mí de manera sexual, cuando tuve mi primera vez, cuando después de la primera hubo una segunda y alguna persona más se interesó por mí, cuando siguieron ocurriendo cosas de este tipo y un día incluso alguien (Ulises, del que nunca hasta ahora he hablado) quiso intentar una relación seria conmigo. Eso ya fue estratosférico. Yo teniendo pareja. No salió bien, pero la intención existió. Si has sido una persona popular y adaptada toda tu vida, estas cosas te llevan ocurriendo desde tu adolescencia y son cotidianas, pero si te toca ser del equipo de los desplazados, cuando durante años has pasado desapercibido, que alguien se fije en ti es algo enorme.

Por eso esta brevísima pesadilla fue verdaderamente horrible. La verdad es que el Ronan adolescente creo que sigue formando parte de mi, y quizás un día puede volver a ser todo yo, y eso me da tanto miedo. Yo quiero ser feliz, como sea.

Y así parece que termina la historia de Roberto:

Un día, hablando... Sentí que no. Que esto solo podía salir mal. Yo podía ilusionarme y sufrir con una historia que a todas luces no tiene ningún viso de tener futuro. Él podía ilusionarse y sufrir cuando yo decidiera que todo era demasiado complicado. La verdad es que aunque el 99% haya sido en el plano de internet, me dolió decirle que finalmente yo no iba a ir a visitarle a su región, y que lo teníamos todo en contra y que era mejor que descartásemos todo. Es increíble como por alguien que sólo conoces por escrito puedes llegar a sentir cosas. Sé que no estaba enamorado de él, pero en más de un momento me hizo sonreír por dentro con las frases que me decía, y recuerdo la sensación punzante cuando me dijo de broma que ese fin de semana había estado con tres. Si lo piensas es rarísimo. Por un instante quise retirarlo todo y decir "arg, no me hagas caso, me gustas muchísimo y quiero conocerte". Pero no, me contuve.

Roberto y yo no habríamos tenido ninguna química como pareja, eso ya lo veía. No teníamos una conversación sólida, no compartíamos gustos, en fin, nada. Sí que habríamos podido tener una gran química sexual, porque él es del tipo de los que les encanta sentirse protectores y dominantes, y a mí directamente me derrite que me hagan sentirme protegido y aunque suene un poco fuerte, poseído. Igual así escrito suena a sadomaso, o algo así, pero no, no es eso realmente. En fin, seguimos hablando en plan bien, y hasta hemos tenido más cibersexo, jajaja, pero ahora ya se me ha quitado la presión que sentía con respecto a esta historia, y con el paso de los días he visto que he hecho bien. Aunque tengo que reconocer que no he cerrado la puerta totalmente…

...Y así empiezan ahora nuevos dilemas marca de la casa que contaré en otro post =S

martes, 5 de febrero de 2008

El blog de mamá

Mi madre ha empezado a escribir un blog, y a diferencia de mí, me ha dado la dirección y me ha dejado leerlo. En él cuenta las cosas de su día a día, en qué ocupa su tiempo, las cosas que les ocurren a mi familia y que no puedo ver por lo lejos que vivo...

El blog de mi madre me ha partido el corazón en más de una ocasión. En una entrada, comentaba que no sabía si estaba hablando hacia el vacío, porque nadie comentaba nada. Realmente... es muy difícil que la gente entre a tub blog y deje comentarios. Que entre alguien a leer un blog que no es de un famoso o que no trata de un tema universalmente interesenante ya es, digamos, poco frecuente. Yo cuando veo que alguien me ha dejado un comentario me pongo muy contento, porque mi blog no cumple ninguna de las dos cosas y es como un pequeño regalo que alguien lea lo que digo y me dé su opinión.

Al leer eso, traté de entrar al blog de mi madre para dejarle un comentario y hacerle saber que yo sí lo leo. Pero no pude, porque tiene deshabilitada la opción de dejar comentarios anónimos. No puedo dejarle un comentario firmado porque si no ella podría entrar en mi blog, y la verdad es que no me gustaría. Creo que no se escandalizaría por nada, y muchas de las cosas que siento las sabe o se las imagina, pero aún así ya no me sentiría libre para escribir. Quisera dar la dirección para que la gente que lee mi blog entrase al de mi madre y le dejase algún comentario ya que yo no puedo, pero el caso es que me parece arriesgado porque de enlace en enlace también puede acabar llegando aquí, y creo que adivinaría fácilmente que soy yo. En fin, que voy a ver si le digo que quite la configuración de "prohibidos mensajes anónimos", que seguro que le quita muchos comentarios en potencia. Y ahí llegaré yo ;)

El otro día, milagrosamente un señor de otro blog le escribió un comentario para decirle que sí que tenía lectores. ¡¡¡Me dieron ganas de abrazarle!!! O al menos de enviarle un comentario, pero no pude porque también él deshabilitó los comentarios anónimos. ¡¡¡Grr!!!

Sigue la historia de Roberto:

Y la historia sigue en que yo no sé si debo ir o no a su región a conocerle. Ayer... me dijo al preguntarle por un mini viaje que hizo recientemente que se había acostado con tres. ¿Sabes que ocurrió? Que el estómago se me hundió y me sentí fatal. Me puse a bromear con él fingiendo que no me importaba nada, y finalmente me dijo entre risas que era broma. De entrada sospeché eso, pero preferí ponerme en lo peor, porque si pensaba que era broma y resultaba ser cierto, iba a sufrir más.

A sufrir... Pese a lo que pueda sonar, NO estoy enamorado de él ni muhco menos, pero sin embargo he sentido eso. Quien me pueda entender, que me compre por favor. Ya un día de estos debo decidir si voy o qué.