martes, 18 de diciembre de 2012

Un mundo medio lleno

La teoría de que el mundo se acabe este próximo día 21 me resulta divertida y hasta fascinante, y da que pensar miles de cosas ("qué harías tú si..."). Yo no soy precisamente la persona más optimista del mundo, y a menudo pienso que el mundo merece terminarse. A diario ocurren cosas profundamente horrorosas, los seres humanos damos muestras de una maldad sin límites, cada dos por tres un desastre natural destroza las vidas de miles de personas sin ningún motivo, nacen niños con enfermedades incurables, triunfan mafiosos y traficantes de armas, miles de personas son prostituidas, extorsionadas, esclavizadas, asesinadas...

Sin embargo, esta mañana, saltando de enlace en enlace en una de mis páginas favoritas, TV Tropes, caí de casualidad en una página que me impactó muchísimo. Se trataba de una recopilación de motivos por los que se afirmaba que sí, el mundo es un desastre, una mierda, pero paso a paso, lentamente, estamos creando entre todos un mundo mejor, o como dicen ellos mismo, "ganándonos nuestro final feliz colectivo". ¿A que así de entrada parece una idiotez ridículamente optimista e ingenua? Pues lo que se detalla a continuación es una ristra de razones concretas para hacer esta afirmación.

De verdad, la página es larguísima y llena de ejemplos, así que si sabéis inglés, simplemente os recomendaría que entráseis y la leyéseis (bajad hasta la sección titulada "Real Life"), pero en todo caso resumo. A nivel social, con el paso del tiempo las personas tienden más a la tolerancia, a la cooperación y a la solidaridad. Si os parece una patraña, recordad que no hace tanto la esclavitud era legal, no existían las ONGs, en todos los países se exterminaba a los homosexuales y las mujeres vivían en todo el mundo sometidas a los hombres. Cada vez hay menos guerras, y estas tienden a ser menos intensas. ¿Os imagináis a día de hoy una guerra entre Francia y España? Hubo un día en que esto que ahora parece raro ocurrió. La medicina ha avanzado a pasos agigantados, y miles de enfermedades han sido solucionadas, otras están en camino, y la incidencia de otras tantas ha bajado muchísimo, o directamente ha llegado a cero: la viruela, hoy erradicada. Tenemos, en algunos países al menos, una sanidad pública (sí, lo sé, cada vez menos: pero comparado con la situación en la Edad Media, no me diréis que el salto es increíble). Gracias a campañas como las de Change.org o Avaaz, hemos logrado frenar la pena de muerte de muchas personas, la construcción de bombas racimo, las políticas dañinas de muchas empresas, la censura en internet, y todo ello usando básicamente algo tan idiota como el spam para un uso constructivo.

No quiero ser cansino, así que no sigo más. Me ha impactado darme de frente con este super despliegue de optimismo justificado, que es el mejor optimismo del mundo, y quería compartirlo por aquí. No nos vamos a engañar, el mundo sigue estando lleno de cosas horribles, pero merece la pena tener en cuenta también la otra cara de la moneda.

Si efectivamente este viernes desaparecemos, está bien saber que al menos en parte, a paso tambaleante, nos dirigíamos hacia algo mejor. Y como decía el disco de Pizzicato Five, este sería un final feliz del mundo.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Ronan. Creo que no son así algunas cosas de las que dices, o por lo menos a mí no me da esa sensación, siguen habiendo guerras aunque no nos toquen a nosotros, la esclavitud yo creo que sigue existiendo, ¿y lo de la bomba de iroshima? Yo creo que sigue habiendo guerras, pero ahora son para conseguir petróleo, así que son en una zona que no nos toca. Y la peor esclavitud es la que tenemos con los bancos que hasta la gente se está suicidando, y en los países de sudamérica por ejemplo, la gente es prácticamente una esclava porque son muy ricos en recursos pero los pobres no tienen nada, y en China la gente trabaja como esclavos las 24 horas para que tengamos cosas baratas en el resto del mundo... se investiga sólo las enfermedades que les da la gana y les hace ganar dinero a las empresas farmacéuticas... ya quisiera yo ser tan positiva pero de momento no lo consigo. Lo que sí es verdad es que creo que hay mucha gente buena, y esa sale poco en los informativos y se le da poco bombo a las cosas buenas que hace la gente. Si supiéramos más de todo eso, yo por lo menos sería más feliz y pensaría que el mundo es mejor. De hecho a veces no tienes más que salir a la calle, unirte con los demás por cualquier causa, escuchar a algunas personas y ver cómo se comportan o tener un problema... y sí, que hay mucha gente que pasa de todo, pero me sorprendo también con la gente buena que hay y con lo buena que es la gente. Puede que a veces sólo nos falte un poco de motivación para ser mejores personas pero las personas no somos tan malas... Lo malo es que mayormente el mundo está controlado por mala gente.

Anónimo dijo...

Y con esto no quiero decir que la mayoria seamos malos, sino que los que controlan el mundo son los peores, porque aquellos que quieren ser poderosos son precisamente los más peleles y son esos los que llegan arriba.

Ronan dijo...

Ay, Venus, dios me libre de considerarme una persona "optimista" a este respecto. Estoy completamente de acuerdo con lo que dices, incluido con lo de China, Sudamérica, el petróleo; en fin, todo al 100% de lo que dices. Yo francamente pienso que quizás el mundo mejor se hubiera terminado el pasado día 21. Sin embargo me pareció bonito leer tal chute de "optimismo pragmático" como el de la página que nombro, y bueno, si bien todas esas puntualizaciones que haces son la pura y lamentable verdad, también pienso que es innegable que en algunas cosas hemos ido a mejor. Yo pese a todo lo malo no habría querido vivir en ninguna época que la que me ha tocado, pese a que incluya miles de cosas horribles que quisiera borrar.

¡Un beso, espero que estés pasando una Navidad todo lo feliz que se pueda!