viernes, 28 de diciembre de 2012

Coge aire...


Menuda “inocentada” la de ayer. Después de más de una hora (soy muy lento) tecleando un post, cuando sólo me faltaba añadir una fotito, que en mala hora quise añadirla viendo lo lento que por alguna razón estaba funcionando todo... blogger se colgó, y en vez de grabar automáticamente el progreso, como siempre hace, se quedó el borrador completamente en blanco. Arrgh.

En fin. Vamos a pensar que esto es una especie de prueba de perseverancia. Así que aquí va la segunda versión de la entrada que quería poner ayer, con lo que recuerdo más lo que ahora se me ocurra añadir.

Bueno, como cada año al empezar un nuevo año, quiero dejar aquí por escrito mi lista de propósitos para 2013. Nunca me dedico, pasado el año, a releer lo que escribí el año anterior, para ver si conseguí algo de lo que me proponía, o al menos mejoré en ese aspecto... Pero bueno, en todo caso escribirlo por aquí me da más impulso para luchar por ello. Así que aquí va. ¡Empezamos!

  1. Aprender a silbar fuerte, con los dedos. Puede parecer una estupidez, pero para mí es importante. Como ya he escrito por aquí alguna vez, tengo una voz muy débil, y esto me provoca un montón de problemas a menudo: tener mucha dificultad para hablar en los bares y sitios así, no poder hacerme oír... El otro día veía en el cine una película (De óxido y hueso, la recomiendo), y en un momento dado la protagonista llamaba al chico de un silbido. Y me vino la revelación. ¡Yo necesito aprender a silbar fuerte! Mi voz es la que es y probablemente no tenga mucho arreglo, pero esto quizá sí entra de mis posibilidades.
  2. No dejar las cosas siempre para más tarde. Esta actitud tan mía me ha traído numerosos problemas en el pasado, y ya va siendo hora de hacer algo. Dejar las cosas para luego te puede traer muchas consecuencias: perder dinero, perder tiempo, molestar a gente, perder oportunidades.
  3. Tratar de fijarme más en las fechas y horarios de las cosas. Esto va íntimamente unido a lo anterior. Tengo una extraña tendencia a desconectar inmediatamente cuando algo trata de fechas y otros datos “numéricos”. Me las apaño gracias a la agenda de cumpleaños del móvil, a las notitas en calendarios, a los post-its... Pero el hecho es que esto también me ha traído un montón de problemas a lo largo de mi vida, y al igual que lo anterior, me ha hecho perder muchas oportunidades, fallar a compromisos... Estoy en ello.
  4. El propósito más personal y quizás el más complejo, el que con unas palabras u otras me hago cada año básicamente: atreverme a decir “no” más a menudo, a expresar mis verdaderas opiniones, a negarme a permanecer en situaciones como la que describía hace un par de entradas. Sé que todo esto proviene del miedo que me da provocar rechazo en la gente. Me tengo que mentalizar de que es inevitable hacerlo de vez en cuando, que todos lo hacemos, que es imprescindible para no convertirte en un pelele.
  5. No posponer indefinidamente esas pequeñas cosas que te planteas hacer, no pensármelo tanto, pasar más a la acción.

En realidad todos los propósitos que me hago me parecen difíciles. Así que aquí quedan escritos, porque parece que hacerlo te da una razón para intentarlo. Como si hicieras un contrato contigo mismo. Ahora veamos si lo cumplo. Feliz 2013 y un abrazo si estás leyendo esto.

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