miércoles, 6 de febrero de 2013

El salmón

Ayer tuve una discusión en el trabajo, mientras comíamos. No fue nada grave, la sangre no llegó al río ni mucho menos, pero yo sentí que la situación me superaba.

Normalmente ya me veo venir estas situaciones. En el trabajo me he dado cuenta de que en muchísimas ocasiones mis opiniones no tienen absolutamente nada que ver con las de mis compañeros. Ya me ha dicho alguno en alguna ocasión que "siempre voy al revés del mundo" y cosas así. No puedo negar que me gusta bastante discutir, pero la verdad es que cuando defiendo algo es por que creo de verdad en ello, no lo hago por llevar la contraria. Porque a la vez que me gusta discutir, también, aunque parezca contradictorio, me hace sufrir, y bastante. Esa sensación de estar solo contra el mundo, el miedo a provocar antipatía en la gente, a caer mal, a que te dejen de lado por raro y desagradable.

En estas situaciones me gustaría que alguien más opinara como yo y se pusiera de mi lado (y no son cosas especialmente raras: el otro día sin ir más lejos la discusión trataba básicamente de la eutanasia, y nadie admitía al menos tener unas ciertas dudas éticas sobre el asunto; todos estaban completamente a favor de prolongar la vida todo lo posible, aunque se tratara de un anciano cansado, con muchos años a la espalda). Sé que suena a paranoia egocéntrica, pero en muchas ocasiones siento que tanto fervor en contra de lo que sea que yo opine no se debe al tema en sí, sino a aprovechar la ocasión de caer todos contra mí, por el placer de ampararte en la fuerza que da la mayoría.

Así que como decía, poco a poco he ido aprendiendo a ver venir estas situaciones en las que opinar me va a costar un debate de "todos contra uno", y por ello casi siempre procuro poner toda la cara de póker de la que soy capaz, escuchar lo que los demás dicen y no decir ni mú. El lado negativo de esta táctica es que dentro se te queda el reconcome de no expresarte libremente. Y que a veces tengo la impresión de que cada vez que callo, cedo un poco más de terreno ante los demás.

En general, mi relación con los compañeros es buena, pero poco a poco voy sintiendo que las cosas que nos separan son demasiadas, y a menudo desearía estar en un entorno muy distinto. De gente un poco más reflexiva, que no sólo leyese best-sellers (si es que leen) y viese pelis de acción o comedias chorras (bajadas de internet, claro, porque la mayoría no le ve sentido al cine), que leyesen los periódicos, que tuviesen un poco más de cultura general. Yo no soy ningún genio ni superdotado ni nada por el estilo, pero desde que entré en el mundo de la sanidad cada vez pienso más que la mayor parte de la gente de este mundo tiene un tipo de mentalidad que no tiene nada que ver con la mía.

En general lo que prima es la practicidad, la utilidad, el hacer las cosas sin reflexionar mucho. Haciendo una comparación un poco rara, el mundo de la sanidad (¿y quizás de las ciencias, en general?), sería un examen tipo test, y el mundo de las humanidades sería de tipo desarrollo: un comentario de texto, por ejemplo. Yo, habiendo estudiado cosas de ambos mundos, estoy en una situación rara, pero aunque mi trabajo sea de ciencias está claro que en gran parte mi forma de de pensar es de humanidades. En momentos así pienso si me equivoqué eligiendo este camino, y de qué manera podría pegar un giro radical y salir de este mundo...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

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Anónimo dijo...

No te rindas nunca! yo creo en lo que dices. No te dejes confundir, confundeles a ellos. Imitales en todo, hazte uno mas de ellos!, y cuando estes en lo alto, Tu seras el que haga los cambios y el lo decida todo.

Ronan dijo...

Jajaja, Anónimo, ¡gracias por tener esa fe en mí! La verdad es que no tengo las habilidades sociales que harían falta para hacer algo así, y bueno, si te digo la verdad, ni siquiera a veces estoy tan seguro de estar yo en lo cierto ni que mis ideas sean siempre buenas, así que ni aunque pudiera, más vale que no lo decida yo "todo". Será que no estoy en una época muy buena, será que al final acabo dudando de todo, pero hoy mismo es el típico día que pienso que en definitiva no sé nada de la vida como para ir opinando por ahí. Gracias por el comentario de todas formas =)