martes, 25 de agosto de 2009

Regreso al pasado

Haciendo honor al subtítulo del blog, una ración de porno emocional, del que revuelve.

No sé si le pasa a más gente, a los que alguna vez me leáis o los que más o menos suelen leer mi blog. Esta es la situación: estás con determinada persona, y notas como en tu interior todo se va desordenando, desestabilizando, enturbiándose. El estómago se te tensa, y te temes que esa noche no podrás dormir a causa de lo mucho que te ha desestabilizado esa situación.

Esto viene al caso de que me encontré con mi antigua mejor amiga, Elena, y decidimos quedar para tomar algo y ponernos al día después de muchos años. Temía un poco este encuentro, para ser sincero. Elena y yo comenzamos un progresivo alejamiento en la adolescencia, cuando ella "floreció" como una persona extrovertida y con enorme facilidad para hacer amigos, y yo hice lo contrario de florecer y me convertí en una persona muy tímida y con dificultad para hacer amigos. Como es evidente, esto provocó que yo me fuese quedando al margen de todo, y poco a poco lo que quedaba de la amistad desapareció del todo.

En la universidad, resumiendo bastante, se inició un cambio en mi vida que poco a poco hizo que todo fuese a mejor: hice nuevos amigos con los que sentí mucha conexión, fui superando miedos como el de salir de noche a bailar (sí, me daba pánico...), el hecho de ser gay dejó de ser para mí un secreto angustioso, y pasito a pasito fui superando más y más barreras como la de tener mi primera vez y tener pareja; algo que unos años antes me había parecido inalcanzable... En este párrafo resumo como si fuese un suspiro bastantes años y muchos altibajos, momentos tanto buenos como horribles. Pero lo más importante, lo que creo que resume todo, es el hecho de haber podido llegar a tener un círculo de amigos con los que me siento a gusto, yo mismo. Incluída una mejor amiga con la que puedo hablar de todo.

Me angustiaba la idea de pasar un rato con Elena y, de pronto, descubrir que estos años no han cambiado nada y sigo siendo el Ronan-inadaptado-social. Que lo que me ha ido pasando es un espejismo. ¿Qué ha pasado al final? Está reciente y a lo mejor no lo voy a juzgar con claridad, pero ahora mismo me siento desestabilizado.

La vida de Elena en los últimos años ha sido complicada, por decirlo suavemente. Y ella me lo ha contado con toda sinceridad. De hecho una sinceridad que me ha impresionado, porque bueno, no sé, verdaderamente se ha expuesto conmigo de una forma muy valiente.

Sinceramente: yo iba a esta cita con una armadura puesta. Hablando en plata, quería causarle una buena impresión a Elena. Que viese que en estos años he hecho un montón de cosas, he crecido en todos los sentidos, mi orientación ya es algo totalmente normalizado en mi vida, he salido del desastre que era mi vida cuando nos distanciamos y todo en general es mejor. Pero cuando Elena me empezó a contar, con sinceridad aplastante, las cosas terribles que le habían ido sucediendo, la armadura se me desmontó, y yo también le hablé con más sinceridad de mis cosas. Sí, me va mejor, pero mi vida está rodeada de incertidumbre en casi todos los aspectos: laboral, sentimental, vivienda... A la mierda el superviviente que alcanzó la vida perfecta, y destapamos al superviviente que está mejor, sí, pero no totalmente.

Ahora voy a decir la mezquindad máxima; ya que si este encuentro me ha desestabilizado tanto, creo que sé por qué es. Yo quería convertir esto en una especie de fábula en la que el patito feo se transformó e impresionó al cisne. Y resulta que el cisne tuvo también problemas terribles en su vida y salió adelante, y llegó más allá del patito. Sé que lo que estoy diciendo es mezquino a más no poder, pero es la verdad, así me siento. Después de los conflictos que tuvo, Elena salió a flote y con su enorme extroversión y carisma sigue haciendo amigos por doquier sin dificultad, y sin duda hoy tiene más amigos y una vida social más intensa que yo. Dentro de poco acabaré las vacaciones en mi ciudad y volveré a la ciudad donde trabajo, y donde no tengo vida social porque no conozco a nadie fuera del trabajo. Y ahora, plantado en mi mente, está el pensamiento de que Elena ya habría hecho amigos y tendría mucha vida social... Elena también asumió su orientación sexual (esto tampoco resultó ser un problema solo mío) después de un tiempo y es seguramente cuestión de tiempo, valga la redundancia, que antes o después establezca una relación más duradera que la mía. Es más segura de sí misma, tiene infinitamente más carisma, es más abierta y conoce gente con infinitamente más facilidad.

Ya ves, debería alegrarme por saber que después de lo que había sufrido ahora está bien, y sin embargo me angustio haciendo comparaciones... Y me angustia también la idea de que esto sea un prólogo y que si volvemos a recuperar la amistad, de repente el viejo Ronan-inadaptado resurja y todas aquellas sensaciones horribles vuelvan.

En fin, sólo espero que quizás todo este cúmulo de sensaciones se deban al impacto emocional que ha sido vernos después de tanto, y que quizás dentro de un par de días ya no lo vea todo tan negro y me pueda alegrar por recuperar una amistad, sin más.

7 comentarios:

Maribel dijo...

O dejas de compararte continuamente con todo el mundo... o lo vas a llevar muy crudo, Ronan. Te lo digo con todo el cariño del mundo, pero cada uno de nosotros somos incomparables, y tú, en realidad, no tienes ni idea de lo que tu amiga Elena siente... no lo sabes porque te quedas en la superficie, en la comparación de los signos externos de lo que se supone que es la "felicidad" o el "exito".
Cada uno es como es, unos somos más extrovertidos, otros lo son menos.
Siempre te quejas de cómo eres tú... ¿pues te digo una cosa?... a mi me gustaría ser un poco más introvertida. ¿que no te lo crees?... bien, pues es la verdad. Para mí es muy fácil conocer gente, hacer amigos, tener vida social... te lo digo en serio. Sin embargo, eso es igual que ser alto, bajo, rubio o moreno... eso no te da la felicidad, ni siquiera ayuda. Es sólo una circunstancia, que en mi caso, lo que provoca es que tooooodo el mundo sepa siempre mi vida con pelos y señales, me hace predecible y, muchas veces, me convierte en el objeto de bromas, ya que todo el mundo piensa que puede frivolizar con mis intimidades, puesto que las cuento.
Deja ya de compararte, empieza a ver en qué cosas te comparas y empieza a asumir cada uno de esos puntos, porque tú eres así... y si no te aceptas tú ¿como te van a aceptar los demás?
Un abrazo fuerte, Ronan.

Ronan dijo...

Pues... tienes toda la razón, Maribel. Me he dado cuenta de que efectivamente un tema recurrente en el blog es "ojalá fuera como tal persona".

Gracias por ser así de sincera, en definitiva al final lo que importa no es solo dar una palmada en la espalda, sino que las experiencias sirvan de algo, y lo bueno de un blog es que lo que uno escribe no se queda en su cajón, sino que otra gente puede hacerte ver lo que descubren por lo que escribes...

Sí, tengo que dejar de compararme con la gente, al menos de esta manera tan dañina en que lo hago, y aceptarme. La verdad es que después de escribir todo este rezado, también le expliqué en persona a Ikki lo que había sentido con Elena, y lo que me dijo fue que le preocupaba cómo me como la cabeza con las cosas... Vamos, que tiendo a inflar los problemas.

Por todo esto he tomado la decisión de tratar de "pensar" menos, de detenerme cuando note que estoy entrando en una espiral de pensamientos destructivos. Eso es algo que había oído ya, lo de la técnica del "Stop", que desde luego me viene como anillo al dedo.

Me ha sorprendido lo que me cuentas, porque nunca se me habia ocurrido pensar en ese lado de la gente extrovertida. Aunque la verdad es que por un lado me siento identificado, porque a menudo, cuando siento que no sé de qué hablar con alguien y me incomoda, me pongo a contarle a esa persona cosas más bien íntimas, y claro, luego caes en que has contado quizá demasiado... Ya ves, tampoco soy realmente el tipo de introvertido del que nadie sabe nada.

Un beso, Maribel

israel dijo...

Lo de compararse con los demás es algo recurrente, siempre vemos en los demás lo que no tenemos nosotros (aunque sea verdad) y no vemos más allá.
Ya te lo he comentado antes, a mí me pasa exactamente igual, ando siempre deseando ser otra persona aunque últimamente intento tomarme las cosas con más calma, aceptar las cosas como son y como vienen... pero me cuesta, me cuesta mucho.
También he sentido ese terremoto interno, cuando estás en una situación que, por lo que sea, te va a acarrear problemas, te va a hacer mucho daño. Sabes que cuando te quedes solo te van a asaltar todos tus fantasmas interiores.

Tú amiga.. simplemente hay personas con más facilidad, con más recursos, con más suerte.. personas a las que le va mejor y que con los mismos problemas que otra persona son capaces de seguir adelante. Hay que aceptarlo, cada uno tiene sus virtudes y sus defectos, y sus limitaciones también.
Yo me encuentro con gente a la que envidio por su vitalidad, por su forma de ser, por su ambición y que, de forma indirecta, me hacen mucho daño porque me es inevitable no compararme, su mera presencia me recuerda todas esas cosas que no soy y que, probablemente, nunca seré. Pero intento mejorar cada día, de eso se trata, supongo.

Como bien dices, has hecho muchos progresos, por lo que dices casi se podría decir que eres otra persona distinta de la que fuiste, a pesar de que todavía tengas algún lastre del que te gustaría deshacerte. Has hechos muchas cosas que nunca pensaste que harías, cosas importantes, cosas que otros no han podido hacer o sea que no creo que seas débil. Y encima lo has hecho probablemente con más esfuerzo.

Un abrazo :)

Ronan dijo...

Pues sí, Israel, como tú dices, estoy tratando de tomarme las cosas con más calma y tratar de frenar esa tendencia a la comparación que no hace sino dañar a uno mismo... Elena ha tenido un montón de problemas en estos años, así que desde luego "suerte" no ha tenido, si ha ido viendo la luz es puramente gracias a su carácter tan abierto. En fin, cada uno ha tenido su recorrido, no tiene sentido pensar en quién ha tenido más problemas o menos, etc. Seguramente el hecho de no estar viviendo en mi ciudad es una suerte, no sé si llevaría bien el volverle a ver a menudo... y tal vez volverían a repetirse las razones por las que dejamos de vernos hace años, y sería horrible repetir aquella situación.

Isarel, tres meses ya sin leer tu blog!! en qué andas? ;)

israel dijo...

Ya, cuando decía lo de suerte me refería en general, claro. Por lo que contabas estaba claro que suerte no ha tenido.. aunque sí se puede decir que tiene suerte, suerte de tener ese carácter que dices, ese carisma, ese don de gentes. También eso es suerte, quizá sin todo eso no habría salido adelante.

Mi blog está cerrado por derribo. No tengo mucho que contar y lo que tengo no me gusta. Estoy poco inspirado :(

Anónimo dijo...

hola!!

te entiendo perfectamente... para mi ha sido un palo volver aqui despues del año en italia, precisamente por ese fenomeno... volver al lugar donde has sufrido, donde has sido antisocial, amargado, pardillo etc y volver a hablar con la gente con la que estabas mientras duraba esa situacion.... no trae precisamente buenos recuerdos, te trae negatividad, miedo de volver atrás. solo queda luchar para querernos mas y ser positivos.

un abrazo. como sigues?

Ronan dijo...

Gracias Venus! Tengo muchas ganas de volver a escribir, pero últimamente no tengo tiempo casi ni de leer los blogs de los demás, qué agobio :(

Sobre lo de mi amigo he decidido no obsesionarme, de hecho estoy tratando de aplicar esa mentalidad a todo en la vida, que soy un neurótico... Lo siento por la situación que estás viviendo, Venus. Sabes, yo también fui de Erasmus, y recuerdo la vuelta como una época más bien mala... A veces volver a casa, paradójicamente, es duro. Te entiendo muy bien...

Te mando un beso fuerte.