jueves, 20 de marzo de 2008

En los ojos de extraños


I see lies in the eyes of strangers

Living, living in danger


(Ace of Base, "Living in Danger")


Estos días tengo el acceso al ordenador más difícil, y por ello la verdad es que hace ya varios días que no escribo nada. He echado un vistazo a mis blogs amigos y veo que también ellos están de vacaciones estos días en que parece que el mundo se para un poco, jeje... En fin, espero que todos estéis pasando unas vacaciones muy felices y recargando pilas.


Una de las cosas especiales de Ikki es su ausencia de miedo a actuar con total espontaneidad esté donde esté. Dice lo que piensa, hace lo que siente. Esto incluye decirme cosas bonitas de pronto, sin temor a estar exponiéndose demasiado, como me ocurre a mí... Supongo que el que yo ahora me proteja más es la consecuencia de los desengaños que me he llevado, de las respuestas frías, "prácticas" o evasivas ante un comentario cariñoso mío. El pobre Ikki, de haberme conocido un tiempo atrás, hubiera encontrado a otro Ronan menos reservado...


El caso es que Ikki me rodea con su brazo, me coge de la mano o me besa en público cuando le surge, sin más. Teniendo en cuenta que esta es su ciudad, y que la posibilidad de encontrarse a familiares y conocidos de todo tipo es alta, tiene un gran mérito. Yo no tengo mucho que perder: esta no es mi ciudad natal y mi vida aquí es un borrón y cuenta nueva. Ikki tiene toda su vida tras de sí, una vida que sin duda incluirá compañeros de colegio homófobos, familiares conservadores, vecinos del quinto, farmacéuticos de la esquina. Pero él, sin dudar, me rodea con el brazo y me besa. Esto al mismo tiempo me encanta y me da un poco de miedo... Por así decirlo. Es maravilloso que esté tan confiado, que no tenga absolutamente ningún temor. Le miro y pienso: ¿cómo alguien que vive en este mundo tiene esa confianza, esa seguridad?
Pero decía que también me da miedo: el otro día ocurrió que cerca de nosotros se sentaron dos graciosillos que empezaron a hacer comentarios irónicos en voz alta, esperando provocar, seguramente. Aparte de la tensión que sentí, la cosa no fue a más. Pero me hizo pensar que un día en lugar de dos graciosos pueden ser dos skin-heads, y todo podría terminar de otra manera. Le tengo pánico a la violencia...

domingo, 9 de marzo de 2008

Como la canción


Rompiendo con la tónica melodramática-depresiva de este blog, hoy toca sonreír =)

Este viernes, después de mucho tiempo en la Antártida, hubo... ¡¡¡acción!!! =D
Sí, Ikki y yo por fin superamos esta fase de las sonrisillas, de los mensajes de medias tintas, de las miradas torpes. Todo, hay que reconocérselo, fue gracias al plan de Ikki, que ideó una cena en su casa para Lennon y para mí, que iría seguida de una visita a esa discoteca de la que hablé tan "bien" hace unos días, jajaja. Pero, ¿qué más da ir a esa discoteca o ir a la que sea cuando de lo que se trata es de tener una excusa para dar por fin el paso y decirnos abiertamente que nos gustamos? Y todo lo demás, claro =D

En fin, para no ser pesado, todo, como iba siendo normal entre nosotros, fue muy lentito y progresivo, pero no me arrepiento porque así, a su manera, es bonito que ocurran las cosas. Después de la cena, hubo un acercamiento lennnnnnto de manos en el reposabrazos del sofá que nos quedaba en medio, hasta que por fin ("¿ese roce ha sido casual? ¿la acerco un poco más? ¿la pongo sobre la suya sin más?" Al final, fingí tener curisidad por su reloj, y ya de paso pues allí encima la dejé, y él me la agarró :) ) . Poco después Lennon se marchó antes de lo esperado, agotado del día tan largo que había tenido, y nos quedamos Ikki y yo frente a la tele; y acordamos que a ninguno nos apetecía realmene ir a la discoteca. Y nos tapamos con la mantita frente a la tele... Y, bajo la manta, mi mano buscó la suya (ahora con más convencimiento, claro). Entonces nos miramos, apartamos la mirada, nos reímos... Y en ese momento, por fin, el ansiado beso.

En esta parte hago un escandaloso fundido en negro, para que el blog no me lo cierren ;) Pero en definitiva, lo importante es que Ikki fue como siempre es: dulce, atento, cariñoso, cuidadoso. Creo que nunca nadie me había besado tanto antes, durante y después del sexo. Me cuesta explicarlo sin entrar mucho en detalles, pero de vez en cuando Ikki me rodeaba con su brazo, o me cogía la mano, o me besaba suavemente, y me susurraba algo bonito.

Entre esas cosas, me dijo algo que también sentía yo, y que es del tipo de cosas que me da miedo decir:

"Qué suerte".

Sí, tengo miedo y me siento muy afortunado a la vez.

Esta era su canción candidata favorita para Eurovisión. (¡¡¡Si alguien sabe como poner videos de YouTube en el blog que me lo explique, por favor!!!) Y la canción, cosas de la vida, define como me siento en estos momentos =) :

http://www.youtube.com/watch?v=erpw_UwLCL4

lunes, 3 de marzo de 2008

Él, y también cosas de clase

Tengo... miedo =(

De qué exactamente es difícil ponerlo en pocas palabras. Así que lo intento poner en muchas:

De que me ilusione mucho y la cosa vuelva a fracasar. De que de un instante a otro la ilusión que Ikki parece sentir se le pase, y yo vuelva a sentir que he fracasado, que esa persona, cuando me ha conocido un poco más, ha perdido el interés por mí.

De que Ikki descubra que yo no soy tan extrovertido como él, tan fiestero como él, con tantos amigos como él. Y de que al descubrirlo se desilusione.

De que Ikki se dé cuenta de que tengo un cuerpo excesivamente delgado y poco atractivo, y problemas de piel que van y vienen, y eso le haga dejar de encontrarme remotamente atractivo, si de verdad lo hace.

Soy lo peor. Le conozco de dos citas y ya empiezo con esta espiral de pensamientos oscuros. Ikki, el pobre, se lo está currando. Hasta ahora, ha sido un encanto: respetuoso, ha ido muy pasito a pasito, y me ha hablad de su vida y de su pasado con una sinceridad y una falta de dobleces que me llega. Ha tenido en dos ocasiones (al día siguiente de cada cita), la iniciativa de enviarme un mensaje para decirme lo bien que le caí y lo bien que se lo pasó, respectivamente. Y yo los releo y los releo y se me pone una sonrisa distraída de felicidad caminando por la calle =) Y si me envía estos mensajes, por qué dudo entonces?

Porque no sería la primera vez que el chico en cuestión, después de un bonito comienzo en el que me dice que le gusto tal cual y que no se aburre conmigo, un día se da cuenta de que se le ha pasado la ilusión y me deja... Ha pasado antes, y todo lo que ha pasado una vez, puede volver pasar infinitas veces :( No hay ninguna razón para creer que esta vez no pase, salvo el instinto de Lennon, que nos presentó. Creo que por culpa de los nervios, no estoy siendo yo mismo, y él habla muchísimo más que yo, y eso me hace preguntarme qué le puede estar gustando de mí en definitiva.

En fin: todo el mundo me dice que no piense tanto, que no me ponga en lo peor y que trate de disfrutar todo lo que pueda. Tienen razón, pero es que me cuesta mucho cortar esta cadena de pensamientos... Esta tarde-noche hemos quedado. ¡¡Qué emoción!! Pese a todo lo que digo, estoy ilusionado...

Sobre la clase:

Esto sería para otro post, pero la verdad es que lleva un tiempo pesándome, así que lo necesito contar para desahogarme. Hoy, una chica de clase que es lo más cercano a mi mejor amiga allí, se despidió d mí un tanto fríamente. Tenía por delante media hora libre, sin embargo prefirió ir subiendo al aula de su siguiente clase. En lugar de quedarse conmigo hablando un rato. Digo que es lo más cercano a mi mejor amiga, y sin embargo no sabe ni siquiera nada de Ikki aún. Porque pasan los días y nunca quedamos fuera de clase, y a veces, ni siquiera entre clase y clase :(

¿Se puede considerar amigo a alguien que nunca ves fuera de clase?

Me entristece mucho cuando pienso que pronto acabaré la carrera... y a lo largo de estos tres años no he conseguido establecer relaciones profundas y auténticas con nadie bajo aquellas cuatro paredes. Mis compañeros me tienen aprecio (algunos, claro), pero desde luego no soy nada de nada en sus vidas. Cuando ponemos el pie fuera de clase, excepto si hay una cena de clase y cosas así, no tenemos prácticamente relación. Durante todo primero y parte de segundo, traté desesperadamente de hacer amigos. Pero lo único que logré es llenarme de tristeza y, para qué negarlo, rencor, porque recuerdo situaciones y frases.

Como la un compañero notando que no tenía ningún plan para el finde y tratando de arreglarme uno con una compañera que siempre es muy cariñosa conmigo dentro de clase. Y ella haciéndose la sueca ante su evidente desinterés y yo sintiéndome fatal.

Como la de otro contándome entre risas que me invitó a un plan con él y otra chica porque temía que ésta se le declarara. Sin darse cuenta en ningún momento de lo que se siente cuando ves que te han invitado porque le eres "útil".

Como cuando alguien te dice "¡¡llámame!!", sin darse cuenta de cuando le dices a alguien esto, le estás dejando en una situación de pobrecito necesitado de ayuda. Y tú, ¿me llamarías a mí?Los amigos no se dicen"llámame": se llaman mutuamente sin más.

En fin. Muchas veces, ante este pensamiento, me digo que debo simplemente agradecerles las cosas que sí me dan, porque entre las relaciones personales no se puede exigir nada, todo lo que se da, se da porque se quiere. Simplemente no he cuajado con ellos. Ya ves: a Lennon y a Terry los conocí en otro entorno y con ellos la amistad surgió de manera espontánea y sin hacer ningún esfuerzo...

Necesitaba hablar de eso, porque muchos días salgo de ese edificio sintiéndome tan solo...