martes, 1 de junio de 2010

Bajo el mar


Si lo piensas, Ariel, la sirenita, tuvo muchísimo valor cuando decidió arriesgarlo todo por poder subir a la superficie y tener una oportunidad de estar junto al príncipe, con la oposoción de todo su entorno. No sólo porque se arriesgaba a perderlo todo si el príncipe no la besaba en el plazo convenido, sino por lo que venía después si finalmente la besaba. Perder una parte de su cuperpo y trasformarla en otra. Abandonar su tierra natal y de hecho no poder volver nunca a ella. Dejar atrás irreversiblemente a su familia y amigos de siempre.

Bueno, es una metáfora exagerada e irreal, pero yo a veces también me siento "bajo el mar". Tiene gracia porque estos días, accidentalmente, me he topado con dos entrevistas de personas que comentaban cómo les encantaba vivir en tal sitio y cómo les costaría mucho irse a otro lugar porque no tendrían tantas posibilidades. Me daban muchísima envidia... La ciudad en la que vivo es, de hecho, mediana, y paradójicamente viene gente a vivir aquí desde varios sitios del mundo por, según sus palabras, lo bien que se vive aquí. Supongo que tu perspectiva cambia cuando te vas a jubilar y lo único que deseas es que tus días pasen tranquilamente.

Pero a mí me gustan las ciudades grandes y con muchas cosas por ver y por hacer, y a veces este sitio me agobia por su casi total ausencia de cultura. Supongo que eso revela de mí que soy una persona muy ambiciosa, pero cuando he visitado una de esas ciudades y veo en cada esquina muestras de todo eso que no está a mi alcance, me entra una lejana sensación de desarraigo. En casi cada esquina parece haber una cartel luminoso que exclama "¡posibilidades!". Revistas gratuitas sobre exposiciones y conciertos de grupos conocidos y extraños en pequeños bares o escenarios grandes, teatro amateur en cafeterías y teatro "normal" en salas, magos, asociaciones, tiendas de todo tipo, gente que se dedica a las aficiones más raras, redes de transporte que permiten prescindir del coche... Y si te cansas de tanto barullo, ahí están los parques.


Los que viváis en una ciudad grande pensaréis que las idealizo y que el día a día es horrible porque hay ruido, contaminación, atascos, etc. Pero de hecho viví durante unos años en una ciudad así, mientras estudiaba, y todo esto que digo lo viví. Y el ruido, aunque a veces molesta, también es un sinónimo de vida. Coger el metro nunca me pareció un rollo, un rollo es no poder disponer de un metro que te lleva a los sitios cómodamente sentado mientras lees un libro (nunca leí tanto como cuando vivía allí; cómo disfrutaba de un buen libro mientras en metro traqueteba). El hecho mismo de conocer a Ikki y a otros amigos fue dado gracias a que, como era una ciudad grande, existía una asociación LGTB a la cual le estoy agradecidísimo por todo lo que me dio.

Quizá sueno desagradecido. El sitio donde vivo me ha dado un buen empleo en época de crisis y la posibilidad de estar cerca de Ikki combinadas... Pero no puedo evitar seguir deseando cambiar de aires.

11 comentarios:

Freddy dijo...

Ya he leído antes que anhelas vivir en ciudades grandes. Cada quién lo siente y ve diferente, tú estás en tu derecho de críticar, señalar, pensar, idealizar, qué se yo.

Lo que creo es que la ciudades grandes no se irán a ningún lado, ni se harán pequeñas, y eso significa que aunque ahora estás lejos o en un lugar que tiene ventajas o desventajas, no siempre será así.

Ya llegará el momento de vivir en otro lado, y con Iker tras de ti, jajaja.

Calma, paciencia, por el internet se puede tener contacto con el mundo, ya ves yo desde México (horroroso, jajaja) escribiéndote.

Un abrazo
Freddy

Anónimo dijo...

wola!!!

te comprendo perfectamente... a mí me pasa lo mismo, ansío ver mundo, vivir en una ciudad distinta o con más posibilidades, más cosas que hacer que las mismas cosas de siempre. una ciudad grande no tiene comparación con una pequeña. cada una tendrá sus cosas buenas y malas. la ciudad pequeña tiene más tranquilidad, pero menos cosas que ver o hacer, lo que puede transformarse en aburrimiento. las ciudades grandes... cómo me gustaría vivir en una!! tienes razón, es como si hubiera mil oportunidades esperando a la vuelta de cada esquina.. igual lo tengo idealizado, pero vamos todos sabemos que es así.

me has recordado a la canción de la sirenita, que me encanta!! jeje

un abrazo

Ronan dijo...

Pues sí, la verdad es que le doy muchas vueltas a este tema... A todos los que estéis sin pareja, escuchad mi consejo y aprovechad la libertad para conocer mundo, jajaja (parezco un abuelo).

Es que es la primera vez en mi vida que vivo en un lugar como este y bueno, es que no puedo evitar cada dos por tres sentirme como en una pecera... Freddy, por lo que sé México DF es la ciudad más grande del mundo! O es Tokio...? Pero bueno, que es grande.

Venus, tu tb vives en un lugar pequeño?

Besos a los dos

Alma dijo...

Me gusta mucho esa analogía que haces de la sirenita... de eso de sentirse "bajo el mar", a muchos nos pasa creo, estamos en un lugar, pero sabemos que podemos experimentar nuevas cosas en otro espacio o sentirnos mejor, pero bueno, vamos aprendiendo algo de cada lugar donde estamos... eso es lo importante.

Muy buen blog!!!

Saludos

Anónimo dijo...

Sí Ronan vivo en una ciudad, que tampoco es muy pequeña, pero el ambiente es bastante pueblerino. claro que en los pueblos es aún más cerrado, pero... se nota el clima de cerradez. Y que te encuentras siempre a los mismos en todas partes! Parece que la vida no avanza... Es más, me encuentro a los mismos en los mismos sitios... y además acabas viendo a toda la gente que conoces tarde o temprano... siempre los mismos. No sé si me estoy explicando, pero vamos, que es como en un pueblo, todos se conocen, y cada persona que conoces, conoce a otro conocido tuyo... es como un gran pueblo. Estoy un poco espesa hoy para explicarme jeje. Y no soy la única que se queja de que le agobia este ambiente. Es una ciudad que cuando llevas unos cuantos años aqui, te asfixia... a no ser que viajes mucho fuera o tengas un grupo de amigos que sean también de tu forma de pensar... desgraciadamente no es mi caso. Se me hace super dificil conocer gente nueva aquí. Y salir con gente, ya que todo el mundo tiene su grupo hecho desde X años... muchos desde que eran pequeños... y prefieren salir con ellos, y son grupos cerrados. Siempre están además comprometidos con cosas familiares, que si ver a sus abuelos el domingo, que si comida familiar por aquí, bautizo por allá... y yo que no tengo familia aqui y además soy antifamiliar... es que no encajo ni con calzador. Y mi carácter te aseguro que no ayuda nada tampoco. Vamos que... no me hago a este sitio... Y cuando he ido a otras ciudades como Londres, Barcelona, o vivido en Florencia... sitios donde es tan facil conocer gente nueva, acoplarte a ellos para salir una noche... están todos deseando conocer nueva gente... es tan sencillo... y hay tantas oportunidades... que me quedo flipando, y me parece como otro mundo.

un beso

Ronan dijo...

Alma, gracias por tu comentario, Sabes, en el fondo de mí a veces también pienso que quizás la ciudad no deja de ser un decorado en el que tú te mueves, y quizás si yo ahora me mudo a, pongamos un ejemplo extremo, Nueva York, quedaré apabullado y asustado por la mega-abundancia de opciones y, siendo una persona tímida e insegura, acabe haciendo lo mismo que hago aquí, por temor a la libertad. En fin, lo típico del pajarito al que le abrn la puerta de la jaula y no se atreve a salir, al final.

Pero otra parte de mí piensa las cosas que a continuación cuentas tú, Venus, que son hechos innegables :( en los lugares pequeños la gente vive muy aferrada a sus cosas de siempre, y la verdad es que se hace difícil entrar en los grupos o conocer gente nueva. En una ciudad grande siempre te puedes apuntar a unas clases de serbocroata donde la probabilidad de conocer a gente con gustos parecidos aumenta... En fin, tal como lo pintas la cosa parece chunga en tu ciudad, Venus, lo siento :( No me respondas nada si no quieres, que al fin y al cabo yo no suelto prenda de donde vivo, jejeje, pero me hace pensar tu comentario que vives en alguna ciudad de la franja norte de España. Bueno, también puede ser del sur, ya puestos, je. Un abrazo a las dos.

Anónimo dijo...

Cada momento de la vida tiene sus pros y contras. Igual las "oportunidades" no son tan evidentes, pero puedes disfrutar igualmente cada día para que, cuando eventualmente te mudes, no sientas que la estancia ha sido vacía. Aprovecha la "falta de cultura" para darle a la imaginación y encontrar otros intereses. Las grandes ciudades nos abruman tanto con sus continuadas ofertas que impiden que miremos hacia nosotros mismos.

Vengo de un ciudad grande y así es como pienso :P

Ronan dijo...

Me ha calado mucho tu comentario, Anónimo. La verdad es que sería triste irse de aquí habiendo sido una experiencia "vacía", de hecho a veces me parece que va a ser así y eso me entristece.

Lo que por el momento he decidido es tratar de ahorrar mientras no haya cambios a la vista (mi contrato en principio dura hasta final de año), y buscar a ver en qué puedo ocupar el resto de tiempo para que la vida no consista sólo en sobrevivir. Eso sí, tiempo de mirar hacia mi interior quizá tengo demasiado. O a lo mejor el suficiente, pero me miro con demasiado pesimismo...

Gracias por escribirme

Vicky dijo...

No se trata de gratitud, si no tienes algo que quieres, vívelo. Después de todo sólo tienes el presente para regalárselo a un lugar o persona. No sientas que le debes a X o Y persona o sitio, al fin y al cabo, a éstos le regalaste tu presente.

Vicky dijo...

No se trata de gratitud, si no tienes algo que quieres, vívelo. Después de todo sólo tienes el presente para regalárselo a un lugar o persona. No sientas que le debes a X o Y persona o sitio, al fin y al cabo, a éstos le regalaste tu presente.

Ronan dijo...

Pues es otra forma de verlo en la que no había caído, Vicky. Es cierto que yo también le estoy "regalando" mi tiempo a este sitio. Se trata de hacer que esto cuente.

Creo que me quedan unas cuantas caídas, pero estoy en ello, de momento voy a intentar entrar en la EOI de este sitio.