
Ayer ocurría que de pronto, por cuestiones de volumen de trabajo, el jefe nos daba para dentro de poco inesperadamente a algunos unos días libres. Para mí fue una gran alegría. ¡Sin comerlo ni beberlo, un montón de días para ir a mi ciudad! Pensaba que no podría volver en mucho tiempo, y eso me angustiaba un poco.
Pero resultó que a otros compañeros esta medida... les fastidiaba. No era cuando habrían querido cogerse las vacaciones, y vivían esto como un castigo. Bueno, claro que entiendo su punto de vista, uno siempre tiene una fecha ideal en que querría tener sus vacaciones. El caso es que yo vivo al día, concentrándome solo en el corto plazo porque mi vida de aquí a un tiempo más largo me resulta demasiado brumosa como para pensar en vacacioners futuras. Pero lo que ocurre es que me entristeció ver la reacción tan distinta que tenían los demás respecto a esto que a mí me alegró tanto.
Porque es una constante en mi vida.
Cada dos por tres me siento excesivamente distinto, y eso me desanima y, sí, aunque suene fuerte, me avergüenza. Me gusta mucho leer cosas de todo tipo (periódicos, revistas, novelas, cómics, páginas de internet, artículos de la Wikipedia sobre temas de todo tipo...). Eso tiene como consecuencia que tengo una cultura general (exceptuando la política, la geografía y el deporte, tres cosas en que soy nulo) bastante variada y grande. Cuando entro en internet, rara vez lo hago para entrar en Facebook o en el messenger, como hacen mis compañeros. Sí, claro que me gusta de vez en cuando messengear o hacer algún comentario en facebook, pero me divierte más buscar qué pondrá Wikipedia sobre los poderes paranormales, la música pop, la lengua de signos... Cuando veo una peli que me impacta mucho, busco opiniones de otra gente en internet, y si encuentro algún foro en que la gente profundice un poco, me encanta discutir sobre la peli. Esto se podría hacer teóricamente en el mundo real, pero qué pasa, que normalmente ocurren dos cosas:
a) la gente tiende a ver en su mayoría pelis que no dan pie a mucha profundización (y que quede claro que esas también me gustan a menudo; las de sangre, las comedias románticas...). Y claro, como veas una peli mínimamente rara (si es española y no es de Almodóvar o Amenábar, ya se puede considerar "rara"), difícilmente encontrarás con quién comentarla fuera de internet.
b) el comentario de la mayoría de la gente sobre cualquier peli suele quedarse en "me gustó", "te partes", "es una mierda", "era una rayada", "fulanito/a está super bueno/a".
Seguramente estoy dando la imagen de ser un intelectual creído y prepotente. Lo siento. La verdad es que no lo soy tanto porque en definitiva no tengo tampoco tanta cultura cinéfila ni hago reflexiones tan sesudas como las hacen por ejemplo los críticos de El País. Pero si no cuento aquí estas cosas donde las contaría... Lo cierto es que en el mundo real termino por descafeinar mis opiniones y amoldarme a la forma de opinar más frecuente. No me refiero a cambiar mi opinión de la peli, sino a dar una explicación light de lo que me pareció. "Sí, era muy bonita. Los actores lo hacen super bien". Fin del comentario.
Ya que estoy en plan lloriquear, otro ejemplo más. En mi trabajo, es frecuente pluriemplearse y trabajar en un centro público y otro privado. Eso da como resultado jornadas laborales de 14, 17, 24 horas... Y un sueldazo a fin de mes, claro. Bueno, a mí la idea me resulta terrible. ¡¡Trabajar el día entero!! ¡Pasarse el día ocupado e irse a dormir sabiendo que mañana va a ser igual! La posibilidad de ganar mucho no me compensa en absoluto para hacer esto. No hablo de motivos éticos ni nada por el estilo, simplemente valoro mucho más el tiempo de poder tirarse en la cama a hacer el vago, de ver la tele, de leer, pasear, comerse un polo. El caso es que es una costumbre extendidísima en el gremio, y en ocasiones me avergüenzo de no seguirla. A veces me miran con extrañeza. "¿No lo haces? ¿Por qué?". Me avergüenza explicar que me gusta mucho vaguear...
El tema central: me avergüenza. Supongo que en lo más profundo lo que de verdad desearía sería poder ser yo mismo con total tranquilidad y sentirme en sintonía con los demás, sin miedo a que ser yo mismo me aislara completamente. Y es que es así, lo he visto, la gente que se atreve a ser ella misma por completo, a menos que posean un carisma excepcional, son tachados de raros y marginados del resto, eso le pasaba a Olivia, la protagonista de este post. (¿Qué será de ella?).
Y por eso desearía meterme en una lavadora, quitarme todo lo que me haga distinto y salir siendo uno más, punto.