sábado, 27 de diciembre de 2008

Inesperadamente...


En la publicidad siempre se nos dice que estos días son mágicos y que hay más amor en el ambiente... Lo cierto es que, no sé si es por sugestión o porque de verdad hay una especie de energía invisible en el aire, estos días todos nos comportamos de una forma un poco distinta y parecemos estar más "conectados" a los demás... Menuda sorpresa tuve el 24 cuando me ocurrió una de esas cosas que solo ocurren en Navidad.

Flashback rápido: conocí a Damián por internet, ya que era de otra ciudad, aunque cercana a aquella donde yo estudiaba. Fue un chispazo inmediato, y prácticamente desde el primer momento sentí esa especie de corriente eléctrica que te recorre y pocas veces uno siente. Mi vida giraba en torno al móvil y el messenger, donde nos podíamos comunicar. Nos conocimos en persona un primer fin de semana, y la cosa salió bastante bien, aunque hubo un cierto grado de silencios incómodos. Yo sabía que entre él y yo había muchas diferencias, y también, que la corriente eléctrica seguía ahí. En favor de las relaciones que empiezan por internet debo decir que el conocerle en persona no supuso ningún chasco ni desengaño, porque la imagen que me había formado de él, tanto para lo bueno (lo muchísimo que me gustaba) como para lo malo (las cosas que nos diferenciaban) la imagen que me había hecho de él era completamente realista.

Nuestro segundo fin de semana fue el punto y final: los silencios incómodos y lo distintos que éramos fueron demasiado, y al comienzo de la siguiente semana Damián me dijo que no teníamos química. (No fue tan seco, estoy resumiendo...). Yo, aun reconociendo racionalmente que esto era cierto, no podía dejar de sentir visceralmente que estaba enamorado de él. Damián insistió en seguir hablando como amigos, y así fue durante un breve tiempo, pero pronto se fue distanciando hasta desaparecer por completo, y fue casi peor que la primera vez que me dejó, porque esta vez fue definitivo y sin palabras de ánimo, un final sin ningún tipo de conclusión.

Rebobinamos hacia delante, hasta el uno de enero de 2008: Damián me envía un mensaje felicitándome el nuevo año. Había pasado más de medio año desde la última vez que hablamos, y de hecho él firmó el mensaje, en previsión de que hubiese borrado su número de la agenda del móvil y yo no supiera de quién se trataba.

Rebobinamos hacia delante otra vez, la friolera de casi un año entero más hasta llegar al 24 de diciembre. Mientras caminaba hacia el coche, suena el móvil con un mensaje, y me quedo totalmente pasmado al ver que es suyo. Me dice que igual me parece fuera de lugar su mensaje, pero que me desea una feliz navidad... y de nuevo firma el mensaje.

La verdad es que nunca he borrado de la agenda del móvil a nadie con quien haya tenido una relación o un intento de ella... es una especie de tradición. Aunque no sepa nada de ellos, es como si el hueco que sus nombres ocupan en la agenda simbolizara el lugar que han ocupado en mi vida en su momento.

El mensaje de Damián me dejó casi en shock porque de verdad nunca se me habría pasado por la mente que él aún conservara mi teléfono y que después de una relación tan corta y con un final tan abrupto, aún yo pudiese pasar por su mente hoy en día como para enviarme este mensaje... Además, siendo como fue todo, sé que la huella que él me dejó a mí era infinitamente más profunda que la que yo le dejé a él.

En fin, la verdad es que fue una sorpresa agradable en todo caso, y así se lo dije, le desée una feliz navidad y próximo año, y le dije cual era mi messenger si quería añadirme. No sé si esto último fue un error, pero bueno, hecho está. Hoy la herida está cerrada y tal vez con suerte podría intentar conservar al menos una relación cordial con él. Pasado el shock inicial, sentí que tenía suerte por tener hoy en día a alguien como Ikki, que quizá no me provoca la corriente eléctrica de la que hablaba, pero a quien puedo abrazar y sentir que no estamos pisando una delgada capa de hielo sobre el agua, sino tierra firme. Ikki, que pone toda la carne en el asador y nunca me hace temer que soy demasiado soso, demasiado poco fiestero.

O quizás yo he madurado algo y ya no veo una relación en los términos en que la veía antes...

En fin, esto es para mí lo que tiene la Navidad de especial. ¿En qué otra época del año tenemos la sensación de que todos estamos un poco más cerca?

Feliz Navidad a todos, y este 2009 que entra... ¡¡¡vamos a luchar con uñas y dientes por ser felices =D !!!

[La postal es una de las de PostSecret, el blog de las postales en las que gente anónima revela sus secretos. En esta, el autor dice que cuando en su tienda una tarjeta de crédito le sale rehazada, finge que no ha pasado nada y deja que el cliente se lleve su árbol de navidad, deseándoles feliz navidad]

5 comentarios:

Anónimo dijo...

jo que bonito lo de la postal de navidad... es muy enternecedor... yo soy un poco bastante exceptica con la navidad, pero quiza en el fondo tengas razon... me has convencido jaja

sabes, ahora entiendo lo que dices de Ikki, que no sientes una corriente electrica pero que con el sientes que pisas tierra firme. a mi tambien me pasa con mi novio, sii tengo novio jajaja de hecho a veces me pregunto si estoy enamorada, pero el hecho es que me siento igual que tu... el me acepta tal y como soy y le quiero.
el otro dia estaba hablando con una amiga que es un poco mayor que yo y tb esta saliendo con un chico... le conte que no sabia si estaba enamorada pq no sentia esa atraccion loca que ¿se supone que se debe sentir? y ella me contesto que eso no es fundamental, que alomejor esta relacion es un tipo de relaciion mas madura y que a ella le importa mas el llevarse bien con la persona que ese tipo de "atraccion loca" pq a su edad se ven las cosas de otra manera y con vistas a un futuro de vivir juntos hay cosas que cuentan mas...

no se si me he explicado, vaya rollazo.

a la fine.... BUON NATALEEEEEEE!! AUGURI!!!!! FELIZ NAVIDAD (aunque yo la odio, pero este año un poco menos)

Anónimo dijo...

ayssss ya veo que me has agregado a blogs, que ilu!!!! gracias :D

timorato dijo...

Parece que dice bastante del Damian ese.

A veces, por no hacer daño se rompen una relación de manera muy lenta poquito a poquito. Al cabo de un tiempo de "amistad" la persona que quiere romper la relación corta el hilo definitivamente después de un largo apaciguamiento. Puede parecer muy cruel pero su intención es evitar hacer daño (y sentirse culpable por eso). Vamos, que tiene pinta de ser buena persona y más con esos mensajitos recordatorios felicitándote la Navidad.

Aggggh! que asco la Navidá ;)

Ronan dijo...

A lo mejor por las cosas que digo de la Navidad suena a que me encanta esta época, pero tampoco es eso exactamente ajajaj. Pero sí que tienen un no se qué: a unos les deprimen, a otros les alegran, a otros les hacen pensar en gente ausente... Para bien o para mal, nos afectan.

Venus, te explicas perfectamente ;)

Timorato, sé lo que quieres decir respecto a Damián. Es más, cuando empezó la fase de la "amistad", yo le dije que estaba seguro que se iba a ir alejando poco a poco, porque estaba actuando por remordimientos y no por un deseo genuino de ser amigo mío... Él ponía mucho empeño en discutírmelo, quizá por mantener la coartada, o quizá porque él mismo creía en ello. Bueno, de todas formas es cierto que es una buena persona y que detalles como estos lo revelan.

La verdad es que lo de la post-amistad que se va diluyendo si te soy sincero creo que no sirve realmente... Tanto si fue esa su intención original como si no, cuando "cortó el hilo" fue como experimentar una segunda ruptura, y hace poco supe de una persona que usó esas mismas palabras en una situación parecida.

Es mejor cortar radicalmente? Uff, sería decir mucho. No sé, francamente no sé si existe una forma "buena" de cortar.

Ya veo que a ti tampoco te hace mucha gracia esta época, jajajaj. Ánimo, que el final está a la vuelta de la esquina =P

israel dijo...

Sí, la postal está genial. Y el blog también.

En Navidad todo el mundo está más cerca lo cual puede parecer un poco falso quizá por el hecho de que se produzca tan sólo en estas fechas pero bueno, supongo que se podría ver de la otroa forma. Que en realidad somos de estar cerca, como en Navidad, que éste es nuesta forma natural y que es durante el año cuando cambiamos, por los avatares de la vida y todo eso.
Se va la magia de la Navidad y con ella nuestras ganas de ser mejores, más cercanos.... En la vidad que llevamos y en el mundo en el que estamos a veces es realmente difícil.


Espero que lo pases bien con Ikki estos días y que los Reyes (que sí existen!) vengan con muchos regalos.