miércoles, 24 de septiembre de 2008

El fallo de ayer

Ahora mismo quisiera volverme invisible, o desaparecer, o taparme la cara y no volver a destaparla. Esta mañana me ha llamado mi coordinador del hospital para decirme la tremenda bronca que hubo ayer por parte de la anestesista y el médico por culpa de un error mío. En resumen, no le puse su bomba de analgesia a un paciente que habia subido del quirófano ayer a última hora de la tarde. Me dijo que había cosas que no se podían olvidar, que había prioridades, que aquello reflejaba una falta de cuidados por un paciente... No me lo dijo a gritos ni nada por el estilo, me lo dijo con un tono apagado y decepcionado. Cada vez que me viene a la mente quiero taparme la cara con las manos.

Ayer fue una tarde horrible. Hubo mucho movimiento de quirófanos subiendo y bajando. Cuando sube un quirófano hay que apuntar todas las pautas que da el médico, y en su caso, conectarle su correspondiente bomba. En definitiva entre todos los quirófanos que subieron ayer, con uno de ellos me despisté y no le puse su bomba. Sé que no tengo justificación, pero fue una tarde de mucho estrés y yo me sentía fatal, como si estuviese empezando a cogerme una gripe, porque tenía escalofríos, la cabeza embotada y mucho dolor en las piernas. Creo que mi cuerpo, estos últimos días en el hospital (mi contrato acaba pronto), es como si me estuviese enviando señales. He tenido tos, dolor en el pecho, una alergia en los brazos, temblor...

Pero no había pasado nunca nada tan malo como esto ahora. Cuando pienso en que tendré que mirar a la cara a mi supervisor, a la anestesista, a mis compañeras... Ellas probablemente no me dirán nada, creo que simplemente no me mirarán directamente, se quedarán en silencio cuando esté yo delante... Cómo desearía poder volver atrás en el tiempo y conectarle esa bomba al paciente, que tuvo que aguantar muchas horas con dolor...
Me quiero morir de la vergüenza y los remordimientos.

9 comentarios:

Maribel dijo...

Vaya, Ronan... a mi no me daría vergüenza de mis compañeros o jefes porque todo el mundo se equivoca y todo el mundo tiene una mala tarde. Pero el paciente, pobre... Y la pregunta es ¿nadie se dio cuenta de que no tenía analgesia? digo yo que él diría algo ¿no? Te aseguro que cuando me hicieron la cesarea, al empezar a notar yo que me iba a doler, le daba la lata hasta a las limpiadoras. No es posible que estuviera toda la noche sin analgesia, sólo el tiempo desde que tú tuviste que ponérsela hasta que se la tuvo que comprobar tu relevo.
Supongo que parte de tu trabajo conlleva asumir esa responsabilidad, como del mío es asumir las consecuencias de llevar mal un procedimiento judicial... Terminas dándote cuenta de que alguna vez te equivocarás con perjuicio para el cliente (en tu caso paciente), pero alguien tiene que hacer este trabajo y te aseguro que todo el mundo comete errores... ¿a que nadie te cuenta los suyos? Pues seguro que ellos tienen también los suyos en la memoria, pero nadie los cuenta y la mayoría, no los vuelven a cometer. No te derrumbes, toma nota y aprende, que es para lo que sirven los errores una vez cometidos.
Un abrazo, y ánimo

Anónimo dijo...

tranquilo todos nos equivocamos, yo en mi trabajo me equivoco muchas veces tambien, ademas las equivocaciones sirven para aprender, un besote

Anónimo dijo...

Yo también me he equivocado (y me equivocaré) y llevo tema de dinero.

No queda otra que asumir que meteremos la gamba, lo que no puede ser (y también me lo digo a mí mismo) que la supuesta equivocación futura nos paralice de miedo.

israel dijo...

Lo siento Ronan, imagino que lo estarás pasando fatal pero bueno, ahora a aguantar el chaparrón, por decirlo así y ya pasará.

Mira, como dices que te queda poco contrato debes planteártelo así, si te renuevan tendrás una segunda oportunidad y si no es una buena forma dde buscar otro sitio para empezar desde cero con todas las cosas que ya sabes y con menos nervios y presión, quizá deberías planteártelo en el futuro, un cambio de aires en cualquier caso de los errores se aprende, seguro que nunca más te volverás a olvidar de poner una bomba.

israel dijo...

Ánimo!

Ronan dijo...

La verdad es que me ha emocionado leer vuestros comentarios... muchas gracias a todos. La verdad es que yo también estaba asombrado de que el paciente no se hubiese quejado después de haber salido de una operación de las que se supone que duelen bastante... Una de las quejas número uno por las que los pacientes te llaman con el interfono de la habitación es "me está doliendo". Si el paciente lo hubiera hecho, entonces habría tenido la oportunidad de darme cuenta del despiste, pero ya ves la casualidad, el paciente que más se habría podido quejar aguantó y aguantó hasta varias horas más tarde. Lo debió de pasar fatal.

La verdad es que me ha hecho pensar mucho sobre las responsabilidades que trae un trabajo, y cuando pienso que luego están los médicos y anestesistas, que tienen un riesgo aún más alto, y los jueces y abogados, que pueden influir decisivamente en la vida de una persona, y los economistas, que pueden tener una gran influencia en el futuro de toda una empresa con gente que depende de sus subsistencia para vivir... Reconozco que a veces siento que he sido muy ambicioso y ma dan ganas de buscar trabajo en una fábrica de cajas o algo así. Pero desde luego es verdad que aluien tiene que atreverse a asumir responsabilidades. Si no, el mundo se derrumbaría de inmediato. Es algo que siempre pienso cuando oigo hablar de una familia demandando a un médico: y pensar que su intención era curar a esa persona, y cómo ser humano que es, se equivocó... Nadie piensa en ese momento a las cientos de otras personas a las que anteriormente ha salvado ese médico, y el gran peso con el que carga.

La verdad es que creo que no es nada probable que me renueven el cotrato allí, pero creo que en el fondo eso sería lo mejor, quiero empezar de cero en un sitio nuevo, sabiendo como sé ahora un poco más y con nuevos compañeros, nuevas circunstancias...

Maribel dijo...

Bueno, a un médico se le demanda con razón por mala praxis, que es más que un simple error... Tener un trabajo con responsabilidad te da la oportunidad de conocer aspectos de tu propia persona a los que probablemente no tendrías acceso colocando cajas, que por otra parte, creo yo que debe ser un trabajo muy estresante.
Pero fíjate que en eso estamos todos igual: cuando me veo superada por el trabajo, agobiada por la responsabilidad de mi oficio, o he cometido alguna cagada, siempre pienso que lo que yo quiero, en realidad, es trabajar de reponedora en una gran superficie, sin complicarme la vida: Srta., hay que reponer leche desnatada, srta, hay que reponer detergente de lavadora... Hala y yo ahí con mi transpallet (como se diga) por los pasillos del hiper, colocando cajas y paquetes :-)

Nos pasa a todos, fantaseamos con un trabajo de poca responsabilidad, pero somos lo que somos.

Un abrazo,

Anónimo dijo...

jajaja, yo tambien fantaseo diariamente con un trabajo con menos responsabilidad y que no tenga que quebrarme la cabeza y llegar estresada a mi casa...

israel dijo...

Hey! Ronan! Tú también has dejado de escribir???

He estado desconectado y veo que te has quedado estancado en "El fallo de ayer", cuéntanos cómo ha sido el acierto de hoy! Qué ha pasado al final con "lo tuyo", cómo te va... vuelve!

Tu último post no puede ser éste!